Misiles rusos alcanzaron el domingo una base ucraniana cerca de la frontera con el miembro de la OTAN Polonia, matando a 35 personas e hiriendo a 134, dijo un funcionario local, en una escalada de la guerra hacia el oeste del país cuando se reportaban intensos combates en otros lugares.
El Ministerio de Defensa de Rusia dijo que el ataque aéreo destruyó una gran cantidad de armas suministradas por países extranjeras que estaban almacenadas en las extensas instalaciones de entrenamiento y que mató a “hasta 180 mercenarios extranjeros”.
Reuters no pudo verificar de forma independiente las bajas reportadas por ninguna de las partes.
El ataque al Centro Internacional Yavoriv para el Mantenimiento de la Paz y la Seguridad, una base a solo 25 kilómetros de la frontera con Polonia que anteriormente albergaba a instructores militares de la OTAN, llevó el conflicto a las puertas de la alianza de defensa occidental.
Rusia había advertido el sábado que los convoyes de envíos de armas de Occidente a Ucrania podrían considerarse objetivos legítimos.
Reino Unido dijo que el incidente marcó una “escalada significativa” del conflicto. El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, afirmó en el programa “Face the Nation” de CBS que cualquier ataque al territorio de la OTAN provocaría una respuesta completa de la alianza.
El gobernador regional, Maksym Kozytskyy, dijo que aviones rusos dispararon alrededor de 30 cohetes contra la instalación y agregó que algunos fueron interceptados antes de que impactaran. Al menos 35 personas murieron y 134 resultaron heridas, aseguró.
El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, aseveró que Rusia había usado armas de alta precisión y largo alcance para atacar a Yavoriv y una instalación separada en el pueblo de Starichi.
“Como resultado del ataque, hasta 180 mercenarios extranjeros y una gran cantidad de armas extranjeras fueron destruidos”, dijo.
La instalación de 360 kilómetros cuadrados es una de las más grandes de Ucrania y la más grande de la parte occidental del país, que hasta ahora se ha librado de lo peor de los combates.
Ucrania, cuyas aspiraciones de unirse a la OTAN son un gran factor de irritación para el presidente ruso, Vladimir Putin, realizó la mayoría de sus ejercicios con países de la alianza de defensa occidental en la base antes de la invasión. Los últimos ejercicios importantes fueron en septiembre.
“El comedor y el dormitorio quedaron destruidos. También las barracas”, dijo el coronel Leonid Benzalo, un oficial de la reserva médica ucraniana que fue arrojado al otro lado de la habitación por una de las explosiones. “Lo más importante es que todavía estamos vivos”, dijo a Reuters después de atender a los heridos allí.
Si bien las naciones occidentales han tratado de aislar a Putin mediante la imposición de duras sanciones, Estados Unidos y sus aliados están preocupados por evitar que la OTAN se vea involucrada en el conflicto. “No hay personal de la OTAN en Ucrania”, dijo un funcionario de la OTAN, al ser consultado sobre el tema.