15 dic (Reuters) – La pandemia de coronavirus ha volcado la atención sobre las aplicaciones que ayudan a mejorar la salud de mental de las personas y las inversiones de capital han alcanzado máximos históricos en el sector, de acuerdo a datos revelados por la firma de análisis PitchBook.
Los datos de PitchBook mostraron 146 acuerdos que acumulan inversiones de capital en plataformas como Calm o Modern Health por hasta 1.600 millones de dólares hasta el 10 de diciembre. En 2019, el total llegó a 893 millones de dólares con 11 acuerdos para formar alianzas.
Hace una década solo hubo 3 acuerdos de este tipo, por un valor de 6,6 millones de dólares.
Las inversiones en el sector se están multiplicando en momentos en que los empleadores están convirtiéndose en clientes de las nuevas plataformas para móviles. La consultora McKinsey informó el mes pasado que un 52% de las empresas ofrecen asesoramiento sobre salud mental y duelos a sus trabajadores.
La aplicación de sueño y meditación Calm, que recaudó 75 millones de dólares en capitales frescos la semana pasada, dijo que uno de los principales impulsores de su negocio eran las asociaciones de empleadores.
La aplicación está valorizada en 2.000 millones de dólares, lo que la convierte en la “startup” de salud mental mejor posicionada por valor de mercado, según PitchBook.
La plataforma de bienestar Modern Health dijo el martes que recaudó 51 millones dólares, llegando a una valorización de mercado superior a 500 millones de dólares.
Sus servicios también se ofrecen a través de empleadores. La fundadora y directora ejecutiva, Alyson Watson, dijo que desde el inicio de la pandemia, Modern Health duplicó el número de clientes a más de 190 empresas.
Roger Lee, socio de Battery Ventures, una firma se integrará al directorio de Modern Health, dijo que la escala actual de la industria es solo la “punta del iceberg” y que espera un fuerte crecimiento en las aplicaciones de salud mental.
El ejecutivo añadió que el uso de las redes sociales, y no solo la pandemia, seguirá exacerbando los problemas. “Cuando se escriba el libro sobre la historia de las redes sociales, las personas se darán cuenta de que eran el tabaco de esta generación”, comentó Lee.