CIUDAD DE MÉXICO, 21 ene (Reuters) – El presidente Andrés Manuel López Obrador, dijo el jueves que coincide con los planes de su colega estadounidense Joe Biden sobre el manejo de la pandemia, los estímulos económicos y la migración, pero descartó variar su política energética, cuestionada en el vecino país.
El miércoles fue investido en Washington el demócrata Biden como presidente de Estados Unidos, el primer socio de México en el acuerdo comercial de Norteamérica TMEC, quien en las primeras horas en el cargo revirtió varias políticas migratorias de línea dura de su antecesor Donald Trump.
Tras reiterar que tiene una “buena relación” con la nueva administración, el mandatario reconoció la decisión de Biden de darle atención prioritaria a controlar la pandemia del COVID-19, que ha dejado el mayor numero de muertes en Estados Unidos, con más de 405,800 decesos, según un conteo de Reuters.
El millonario plan de estímulos económicos y las medidas en migración, donde el demócrata buscará regularizar a residentes mexicanos en territorio estadounidense, también fueron destacados por López Obrador. “No tenemos nada qué objetar. Al contrario, coincidimos en que eso es lo que debe hacerse”, dijo.
Igualmente, AMLO celebró la decisión de Biden de terminar con el plan de su antecesor de levantar un muro a lo largo de la frontera compartida, uno de los mayores puntos de tensión en la relación con México al inicio del gobierno de Trump.
“Lo del muro es muy bueno (…) El que diga el presidente Biden que ya no se construye el muro quiere decir que en estos cuatro años cero (…) Es su compromiso y yo lo celebro”, dijo López Obrador.
Al ser cuestionado sobre una posible flexibilización de algunas acciones tomadas por su gobierno en el sector de energía y sus afectaciones sobre la inversión, el mandatario señaló que no hará cambios en su política energética ante la llegada de una nueva administración a Estados Unidos.
López Obrador busca fortalecer la presencia del Estado en el sector y México ha chocado cada vez más con inversores foráneos por medidas como restringir permisos a firmas privadas de energía renovable o amenazas de eliminar órganos reguladores autónomos, como la Comisión Reguladora de Energía, CRE.
