Activistas en Tijuana alzaron la voz para pedir a las autoridades de Estados Unidos que no cierren definitivamente la parte que les corresponde del Parque Binacional de la Amistad, ubicado en costa fronteriza entre ambos países, el cual recientemente cumplió 51 años de haber sido inaugurado por la entonces primera dama Patt Nixon.
Los activistas argumentan que durante todos estos años, el parque ha representado “una hermandad” entre México y Estados Unidos, además de que ha fungido especialmente para la reunificación de familias que llevan muchos años sin verse, elementos significantes que se perderían con el cierre definitivo.
Cierre por pretexto de pandemia
El Parque de la Amistad se ha mantenido cerrado desde hace casi tres años, el motivo fue por cuestiones de salud derivadas de la pandemia por Covid-19 y ahora autoridades estadunidenses han dicho que se mantiene cerrado por temas de seguridad interna.
Daniel Watman, miembro de la organización Amigos del Parque de la Amistad y encargado del jardín binacional, dijo en entrevista que eso les representa “una cosa muy fea porque este lugar está designado para la amistad transfronteriza; aquí es donde puede pasar magia y donde las personas de ambos lados se pueden conocer”.
El activista refirió que hace un par de meses las autoridades estadunidenses hicieron saber que se haría el remplazo del muro que fortifica esa zona, lo cual significaría también cerrar definitivamente ese espacio.
“Nos habían dicho que había falta de personal por eso no se habría el parque para las visitas y ahora con la noticia de que se hará el remplazo del muro, para nosotros representa que no se piensa abrir de nuevo el parque”, dijo también Roberto Vivar, integrante de la organización y director de Veteranos Deportados.
Que no se pierda la reunificación familiar
Vivar recalcó que saben que debe haber seguridad en esa zona, sin embargo, piensa que esa seguridad tiene que ser de una manera que no restrinja a los ciudadanos y que no termine cerrando las puertas a esta comunidad de San Diego y Tijuana.
“Porque no solo son familias que se vienen aquí a reencontrar, sino que representa también una hermandad entre los dos países desde hace muchos años y no podemos permitir que los muros nos dividan”, dijo.
Watman complementó que el mensaje que ellos pretenden es que “tumbar estas divisiones y entablar amistades, hacer unión en lugar de división, más que nada por las familias, porque esa es la población que más venía a este lugar; mamás que no habían visto a sus hijos en 10 o hasta 20 años o abuelos que conocían a sus nietos aquí podían hacerlo, eso generaba un vínculo y un lazo familiar muy fuerte”.
La señora María del Prado, dijo en entrevista que ella cada domingo suele asistir al parque porque es la única manera que puede tener cerca a su hijo; ella desde Tijuana se abalanza siempre al muro, dijo, mientras a lo lejos, del lado de San Diego, su hijo la saluda a la distancia y lo que hacen es hacer una videollamada a través del celular.
“Antes por lo menos nos podíamos tocar aquí por la reja con el dedo, ahora solo un saludo a la distancia, si cierran esto nos van a quitar esa posibilidad de sentirnos cerca y nada más de pensarlo una como madre siente feo”, dijo.
Una pausa para el diálogo
Watman recalcó que la idea es mandar el mensaje de que quieren que se abra del lado estadunidense, porque “quisiéramos que se pudieran reunificar nuevamente las familias y estamos haciendo una invitación para que la gente se una a esta petición”.
Al momento, la organización a la que pertenece logró que se hiciera una pausa en las acciones que había considerado el gobierno estadunidense, para poder sostener un diálogo con las organizaciones que se oponen al cierre y entablar acuerdos.
“Hicimos mucho ruido”, dijo Watman, quien ahora se está encargando de convocar a personas, activistas y otros grupos culturales, ambientales, de arquitectos y demás para dialogar; “también estamos invitando a la Patrulla Fronteriza para que todos contribuyan y se llegue a un acuerdo positivo para la comunidad.