CIUDAD DE MÉXICO (apro).- A punto de realizarse la subasta de piezas prehispánicas de la casa Christie’s de París, Francia, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) confirmó que pese a la demanda interpuesta ante la Fiscalía General de la República (FGR), es difícil pararla mientras que la legislación sea permisiva en algunos países.
El instituto afirma que tres de las 33 piezas serían falsas.
Lo anterior fue dado a conocer a través de una conferencia virtual con la presencia del titular del instituto, Diego Prieto, quien estuvo acompañado de la coordinadora Nacional de Asuntos Jurídicos del INAH, María Villarreal, en relación a la subasta que realizará Christie’s el próximo 9 de febrero bajo el título “Quetzalcoatl: serpent à plumes”, donde se ofertarán 33 piezas prehispánicas pertenecientes a culturas azteca, maya, mixteca y tolteca en precios que irán de los 49 mil a los 22 millones de pesos.
Ahí Prieto refirió que ya se presentó una “denuncia penal toda vez que se trata de hechos que en la legislación mexicana se constituyen varios delitos, como la exportación de bienes arqueológicos como propiedad de la nación. En un derecho inalienable, imprescriptible e inembargable simplemente no se puede comerciar con el patrimonio”.
“Las leyes de México aplican en territorio mexicano y estos hechos están por suceder fuera de nuestro país, estamos en presencia de una diferente consideración jurídica de los bienes puestos al comercio; desafortunadamente la legislación francesa favorece estas transacciones como ámbitos de lo privado, del derecho mercantil y por lo mismo tienen dificultades jurídicas para intervenir, esto es lo que aprovechan estas casa de subasta, lo hacen en los países con los que no hay acuerdos y se obligue a acreditar la procedencia”.
La demanda ante la FGR se ubica en una carpeta de la Agencia 13 investigadora.
También refirió que en un análisis “a distancia”, realizado por especialistas del instituto, tres de las 33 piezas que Christie’s anuncia serían falsas:
Una máscara situada en el “lote 23” relacionada a la cultura teotihuacana que presumiblemente pertenece a un artista desde hace varias décadas, y que se oferta como una de las piezas más importantes de la colección con un precio que podría rondar los 350 mil y 550 mil euros. También una máscara y una escultura semejante a una rana que se ubican como procedentes de Xochipala, Guerrero.
“Hay 30 de las que tenemos la firme convicción de que son nuestras y no vamos a renunciar al reclamo de las mismas, la FGR desarrollará las investigaciones correspondientes”, refirió Prieto.
En la ronda de preguntas y respuestas con la prensa, al cuestionársele sobre los lineamientos jurídicos internacionales, la coordinadora Nacional de Asuntos Jurídicos del INAH, refirió:
“La casa subastadora es una empresa, es un acto entre particulares lo que la convierte en algo difícil, pues uno de los requisitos de estos países es que quieren saber cuándo salieron las piezas, de dónde y quienes las sacaron, y lo hemos repetido muchas veces, todo ese patrimonio ha salido de manera clandestina, de saqueos, de excavaciones no declaradas al INAH, es difícil parar una subasta.
“De ahí la necesidad de seguir trabajando en materia de legislación a nivel internacional en patrimonio cultural, que todos los países reconozcan el patrimonio de las naciones, mientras no suceda esto la venta ilegal del patrimonio seguirá sucediendo”.
Para finalizar el titular del INAH refirió que tiene conocimiento de mexicanos en el extranjero que buscan protestar al respecto, sobre lo cual refirió:
“No estaría nada mal que nuestros paisanos mexicanos en el extranjero se inconformen, no esta nada mal, que no es con Francia, es con una circunstancia de justicia que no nos beneficia. Con el patrimonio arqueológico de nuestros país no se comercia, no estamos ni estaremos de acuerdo”.
También para finalizar informó que están trabajando con la Guardia Nacional para una posible creación de una “Unidad de Tutela del Patrimonio Cultural”, similar a la que existe en Italia desde hace varias décadas; “eso podría ser una opción para salvaguardar el patrimonio cultural”.