Estados Unidos y sus aliados se reunieron el martes en una base aérea alemana para prometer nuevos paquetes de armas cada vez más pesadas para Ucrania, desechando la amenaza de Moscú de que su apoyo a Kiev podría conducir a una guerra nuclear.

Las autoridades estadounidenses han cambiado el énfasis esta semana y han pasado de hablar sobre todo de ayudar a Ucrania a defenderse a referirse de forma más audaz a una victoria ucraniana que debilitaría la capacidad de Rusia de amenazar a sus vecinos.

Últimamente han aprobado envíos de cientos de millones de dólares en armas, incluyendo artillería y aviones no tripulados que retuvieron en fases anteriores de la guerra, y quieren que sus aliados hagan lo mismo.

Una vista de una escuela que fue bombardeada en Kramatorsk, cuando la evacuación de los residentes de la ciudad está casi completa, en medio de la invasión rusa de Ucrania, en la región de Donetsk, Ucrania, 25 de abril de 2022. REUTERS/Jorge Silva

“Las naciones de todo el mundo están unidas en nuestra determinación de apoyar a Ucrania en su lucha contra la agresión imperial de Rusia”, dijo el secretario de Defensa, Lloyd Austin, al recibir a representantes de más de 40 países en la base aérea de Ramstein, en Alemania, sede del poder aéreo estadounidense en Europa. “Ucrania cree claramente que puede ganar, y también lo cree todo el mundo aquí”.

En un cambio notable, Alemania, donde el gobierno se había visto presionado tras rechazar las peticiones ucranianas de armamento pesado, anunció que ahora enviaría tanques ligeros “Gepard” con cañones antiaéreos.

La gente pasa en motocicleta por los escombros de la maquinaria militar rusa destruida durante la invasión rusa de Ucrania, en el pueblo de Rusaniv, región de Kiev, Ucrania, 25 de abril de 2022. REUTERS/Vladyslav Musiienko

En una marcada escalada de la retórica rusa, el ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, fue preguntado en la televisión estatal sobre la perspectiva de una Tercera Guerra Mundial y si la situación actual es comparable a la crisis de los misiles de Cuba de 1962, que estuvo a punto de provocar una guerra nuclear.

“El peligro es serio, real. Y no debemos subestimarlo”, dijo Lavrov. “La OTAN, en esencia, está involucrada en una guerra indirecta con Rusia a través de un representante y está armando a ese representante. La guerra significa guerra”.

Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, dijo a periodistas mientras viajaba a la reunión del martes que las próximas semanas en Ucrania serán “muy, muy críticas”.

Una vista muestra un teatro destruido en el curso del conflicto Ucrania-Rusia en la ciudad portuaria sureña de Mariúpol, Ucrania, 25 de abril de 2022. REUTERS/Alexander Ermochenko

“Necesitan un apoyo continuo para tener éxito en el campo de batalla. Y ese es realmente el propósito de esta conferencia”, dijo, describiendo el objetivo como la coordinación de la ayuda que incluye armas pesadas como la artillería de obús.

Alemania, el mayor consumidor de energía de Rusia, también dijo que esperaba eliminar el petróleo ruso de sus suministros en cuestión de días.

“BRAVUCONADA”

El secretario general de la ONU, António Guterres, visitó Moscú en misión de paz, aunque Kiev y los países occidentales dijeron que dudan que pueda lograr mucho.

“Estamos muy interesados en encontrar formas de crear las condiciones para un diálogo efectivo, crear las condiciones para un alto el fuego lo antes posible, crear las condiciones para una solución pacífica”, comentó Guterres en una reunión con Lavrov, antes de encontrarse con el presidente Vladimir Putin.

El ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, dijo que, aunque es improbable un avance diplomático, hay esperanza en que Guterres pueda ayudar a la situación humanitaria, especialmente en torno a Mariúpol, donde Ucrania dice que cientos de civiles están atrapados con los últimos defensores de la ciudad dentro de una acería sitiada.

Kiev y sus aliados restaron importancia a las declaraciones de Lavrov sobre la guerra nuclear, que un ministro británico calificó de “bravuconadas”.

Rusia ha perdido su “última esperanza de asustar al mundo para que no apoye a Ucrania”, tuiteó Kuleba tras la entrevista de Lavrov. “Esto sólo significa que Moscú siente la derrota”.

El portavoz del Pentágono, John Kirby, denunció lo que llamó la “retórica escaladora” de Lavrov.

“Obviamente no es útil, no es constructiva, y ciertamente no es indicativa de lo que una (potencia mundial) responsable debería hacer en la esfera pública”, afirmó. “Una guerra nuclear no puede ganarse y no debería librarse. No hay ninguna razón para que el actual conflicto en Ucrania llegue a ese nivel en absoluto”.

PREOCUPACIÓN POR MOLDAVIA

Al oeste de Ucrania, se teme que el conflicto se extienda a Moldavia, donde las tropas rusas ocupan una región separatista a lo largo de la frontera ucraniana, Transnistria, desde la década de 1990. Dos antenas de radio fueron destruidas por explosiones a primera hora del martes, tras otras explosiones en la víspera.

Las autoridades separatistas dijeron que elevaron el nivel de amenaza terrorista a rojo, mientras que el Kremlin se mostró preocupado. La agencia de noticias rusa TASS citó al líder separatista diciendo que los ataques podrían tener su origen en Ucrania.

La presidenta prooccidental de Moldavia, Maia Sandu, culpó de los “intentos de escalada” a “facciones de la región de Transnistria que son partidarias de la guerra y están interesadas en desestabilizar la situación en la región”.

El gobierno de Sandu mostró su alarma la semana pasada, después de que un alto general ruso dijo que Moscú pretende hacerse con un camino a través de Ucrania hacia Transnistria, donde dijo que los rusoparlantes necesitan protección contra la opresión. Moldavia, un estado exsoviético, tiene estrechos lazos culturales y lingüísticos con Rumanía, miembro de la OTAN.

 

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