El Bordo es un lugar misterioso. Un día un amigo del canal me dijo “el canal es como un imán, porque es un lugar que te engancha”.
Hoy ‘El Bordo’, como le dicen a la canalización del Río Tijuana parece un lugar inhóspito, así como el desierto en el que vivimos al que se le conocía como ‘Aridoamérica’.
En ‘El Bordo’ antes vivían los hombres que fueron deportados por Estados Unidos, las lógicas del lugar respondían en aquel entonces a las políticas migratorias que expulsaba a los mexicanos a este lado de la frontera.
¿A qué lógicas responde ahora?
Desde hace años los discursos de las políticas que criminalizan decían que “todo lo malo venía de El Bordo”, discursos que siguen sosteniendo. Pero la vida real dice lo contrario.
En el Bordo no viven muchos, contrario a esto las lógicas del lugar cambiaron. Ahora las personas drogodependientes habitan frente al Desayunador Padre Chava, un lugar que por años ha alimentado a los sin hogar y la gente en condiciones de vulnerabilidad de la Zona Norte
¿Las lógicas del mercado cambiaron? Se dice que si buscas droga la encuentras a unos metros del desayunador a plena luz del día, frente a la policía, ¡frente a todas y todos!
¿Quién desplazó a quienes tiraban droga dentro de la canalización y porqué la gente puede consumir en la vía pública? ¿De quién es la culpa, del que la vende, el que la consume o el que permite que esas lógicas del mercado operen?