Al gobernador Jaime Bonilla se le olvidó la sed de justicia y tras terminar la justa electoral se desentendió de Julián Leyzaola y sus pecados.

El sistema y la Guardia Estatal de Seguridad e Investigación que juran seguridad por igual, son selectivas en sus procesos.

¿Y Julián Leyzaola, gobernador? ¿Ya lo detuviste?

Julián Leyzaola Pérez, ex director de la Policía y ex secretario de Seguridad Pública en Tijuana.

El teniente coronel y tres veces candidato a Alcalde de Tijuana no sólo permanece prófugo de la justicia, sino que ha dejado de ser odio del Gobierno del Estado que encabeza Jaime Bonilla.

Durante la campaña electoral no se le caía de la boca y hoy, simplemente, no es un tema que ocupe la mente del Gobernador de Baja California.

El caso de Leyzaola demuestra cómo cambia la idea y el discurso de Jaime Bonilla: cuando necesitaba hablar mal de Leyzaola para que no ganara la elección pasada, lo amenazó 32 veces en sus mañaneras.

Pero hoy que no le sirve, las amenazas del gobernador se volvieron polvo, nada, huevo en la cara para un mandatario estatal que discurre sus odios según la época, porque conoce el poder de convocatoria que le regala el movimiento de la Cuatroté.

Leyzaola y Bonilla.

Ese sujeto que mueve sus ideales y cambia sus odios, es el gobernador Jaime Bobilla que ha decidido el destino del Estado en los últimos dos años.

Así como olvidó a Julián Leyzaola, olvidó a Kiko Vega, a Arturo González Cruz y a Zulema Adams.

Su discursillo de odio persiste hasta que logra los objetivos políticos, y por eso Julián Leyzaola, con una orden de aprehensión pendiente por la tortura de casi 30 agentes municipales, no ha sido detenido.

Muchos medios de comunicación afines al gobierno disfrutaron, emergieron y difundieron sobre lo que ha pasado con los odios de Jaime Bonilla.

Explicaron sus motivos, las razones de su rechazo hacia otras figuras políticas y hasta exhibieron las pruebas que les condenaban.

Pero ninguno ha podido dar cuenta de acciones que se logren tras la persecución y la justicia que la Cuatroté prometió contra los corruptos gobernantes del pasado.

‘El Patas’, Kiko y su esposa, Brenda Ruacho. Los tres devolvieron dinero para no pisar la cárcel.

Y es que salvo Salud y Función Pública, Jaime Bonilla no es transparente en temas del Agua, Gobierno o las cuentas de su Secretaría de Hacienda.

Seguridad Pública ha sido un tema combativo. Sus resultados, decomisos y detenciones están 40% abajo de los robos, homicidios y el tráfico de drogas que sucede realmente en Tijuana.

Es decir, que de cada 10 carros que se roban al día, el gobierno recupera sólo 4 en promedio. En los homicidios es peor: de cada 10 que ocurren, detienen a menos de uno.

Y entonces para evadir la realidad que lo rebasa, el gobierno de Jaime Bonilla busca delincuentes políticos para entretener a sus seguidores.

Con los delitos de Kiko, el robo del agua, las incapacidades mentales de Arturo González, el pasado de Julián Leyzaola y la falta administrativa de Zulema Adams, nos ha entretenido Jaime Bonilla en su Venga la Alegría mañanero durante dos añotes.

El gobernador de Baja California.

La última que se aventó fue atacar a Marina del Pilar por discordias en el seguimiento de las políticas que el gobernador Jaime Bonilla ha impuesto.

Como no pudo Amador Rodríguez Lozano conseguirle 5 años de gobierno, Jaime Bonilla se empeña en eternizar su mandato sobre el gobierno de Marina del Pilar.

Usando todas sus armas en exhibición, el gobernador ha insultado a Marina del Pilar, la gobernadora electa, en todos los sentidos posibles pero sin tocar la misoginia.

Sin embargo, al decirle a Marina cómo debe gobernar y darle tips, Jaime Bonilla incurre en la misma falta.

Usando el mansplaining, el gobernador le ha mandado decir a Marina “que tenga cuidado con quienes haga negocios”, “que debe aprobar el dictamen de revocación de mandato” y que “no se vale que infiltre panistas en el nuevo gobierno”.

La idea de armar otro sistema en Baja California, atormenta a Jaime Bonilla. Le tiene tenso el pensar en el esposo de Marina del Pilar, Carlos Torres, es un panista renegando que en su primer matrimonio tuvo como padrino al Presidente de entonces, el infame Felipe Calderón.

El gobernador posando con sus nuevos enemigos.

Al gobernador Jaime Bonilla le duele no lograr influencia en sus predecesores.

¿Pero cómo va ser ejemplo de alguien, un sujeto que habla diariamente en Facebook cambiando de enemigo?

¿Cómo va a ser ejemplo un hombre que no ha logrado detener a sus enemigos públicos, a los corruptos que ofreció llevar a la cárcel?

Ni Julián Leyzaola ni Kiko Vega ni Arturo González pisarán la cárcel en este gobierno.

Un triunfo más de la administración Bobilla.

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