Ucrania está recogiendo los cuerpos de los soldados rusos muertos que están esparcidos entre los escombros de las ciudades ocupadas y utilizando todo tipo de datos, desde ADN a tatuajes, para verificar sus identidades con la esperanza de intercambiarlos por prisioneros de guerra.

Los voluntarios han ayudado a los militares a reunir 60 cadáveres en la región nororiental de Járkov, donde el Ejército ruso se retiraron en las últimas semanas, apilándolos en un vagón de ferrocarril refrigerado.

Los cadáveres son usados a veces como parte de los intercambios de prisioneros y otras veces en intercambios por cuerpos de ucranianos, dijo Anton Ivannikov, capitán de la rama de cooperación militar-civil de las Fuerzas Armadas de Ucrania, que está coordinando el esfuerzo.

“Estamos reuniendo todos los documentos, las tarjetas de crédito. Cualquier cosa que nos ayude a identificar el cuerpo”, incluidos los tatuajes y el ADN, dijo Ivannikov, quien destacó que los cuerpos viajarán en tren a Kiev, donde se encuentra el equipo que negocia los intercambios.

El esfuerzo de recuperación ha sido posible gracias a que Ucrania expulsó al Ejército ruso de los pueblos de la región de Járkov, y dejó en gran medida fuera del alcance de la artillería a la ciudad de Járkov, la segunda más grande del país.

En un reciente esfuerzo de recuperación en la aldea de Mala Rohan, justo al este de la ciudad de Járkov, Reuters fue testigo de cómo los voluntarios recurrieron a cuerdas para arrastrar los cuerpos de dos soldados rusos desde un pozo entre las casas gravemente dañadas por los bombardeos.

Al menos uno de los dos tenía las manos atadas, señal, según Ivannikov, de que podrían haber sido castigados como desertores. Reuters no pudo verificar las circunstancias de ninguna de las muertes.

Dos voluntarios envolvieron los cuerpos en una lona de plástico blanca y los subieron a una ambulancia que los esperaba.

Los voluntarios desenterraron otro cuerpo de una tumba poco profunda marcada con un cartel improvisado de cartón que decía “ocupante ruso enterrado aquí” con el nombre del soldado y la fecha de su entierro.

Un cuarto cuerpo -uno de los 12 encontrados en el pueblo durante tres días- fue sacado del sótano de la casa de una mujer. “Se quedó solo cuando sus compañeros de servicio se retiraron”, dijo Ivannikov. “Lo más probable es que se suicidara”.

El Ministerio de Defensa de Rusia no respondió a una solicitud de comentarios sobre la acusación de que los soldados rusos podrían haber sido fusilados por desertar o sobre si consideraría el intercambio de cuerpos por prisioneros de guerra ucranianos.

Con información de Reuters.

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