CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Derivado de la pandemia de covid-19, los salarios mensuales de dos terceras partes de los países se redujeron o crecieron más lentamente en el primer semestre de 2020.

Al presentar el Informe Mundial sobre Salarios 2020-2021, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) detalló que en los países en los que se adoptaron medidas firmes para preservar el empleo durante la pandemia, los efectos de la crisis se presentaron como reducciones salariales, más que como pérdida masiva de puestos de trabajo.

La OIT relató que en un primer vistazo creyó observar un aumento del salario medio en una tercera parte de los países que habían facilitado datos; sin embargo, acotó que ello se debía a la distorsión del valor promedio provocada por el gran número de trabajadores mal pagados que habían perdido el empleo y cuyos datos ya no se incluían entre los de los asalariados.

“El crecimiento de la desigualdad a causa de la crisis de la covid-19 podría dejar un desolador saldo de pobreza e inestabilidad social y económica de enormes proporciones”, afirmó Guy Ryder, director general de la OIT.

“Nuestra estrategia de recuperación debe centrarse en las personas. Necesitamos políticas salariales adecuadas que tengan en cuenta la sostenibilidad del empleo y de las empresas, en las que se aborden también las desigualdades y la necesidad de sostener la demanda”, dijo.

Y añadió: “Si queremos reconstruir pensando en un futuro mejor, también hemos de plantearnos cuestiones incómodas, como por qué con tanta frecuencia las ocupaciones de gran valor social, como la de cuidadores/as y personal docente son sinónimo de sueldo bajo”.

El organismo recordó que el 15% de todas las personas asalariadas del mundo (266 millones) percibían una remuneración inferior a la del salario mínimo por hora aún antes de la pandemia de covid-19 y que a pesar de que el 90% de sus estados miembros tiene alguna modalidad de salario mínimo, en ocasiones no se cumple con la normativa o la ocupación de los trabajadores se encuentra excluida de la misma.

En este sentido, las mujeres se han visto más perjudicadas que los hombres. Según estimaciones basadas en una muestra de 28 países europeos, sin los subsidios, en el segundo trimestre de 2020 la pérdida salarial para las mujeres hubiera sido del 8.1% frente al 5.4% de los hombres.

Por otra parte, quienes tenían una ocupación de baja calificación perdieron más horas de trabajo que quienes ocupaban un cargo directivo o profesional mejor remunerado y sin los subsidios temporarios el 50% de los que ganan menos hubiera perdido alrededor del 17.3% de su salario. El informe destacó que, sin los subsidios, la cuantía salarial media perdida en todos los grupos hubiera sido del 6.5%. Sin embargo, dichas prestaciones compensaron el 40% de este monto.

En cuanto a las tendencias de los salarios en 136 países durante los cuatro años anteriores a la pandemia, se registró un crecimiento mundial del salario real de entre el 1.6 y el 2.2% que fue más rápido en Asia, el Pacífico y en Europa Oriental y mucho más lento en América del Norte y Europa Septentrional, Meridional y Occidental.

Rosalía Vázquez Álvarez, una de las autoras del informe, indicó que un salario mínimo adecuado pone al trabajador a salvo de una remuneración baja y reduce la desigualdad. Sin embargo, lograr la efectividad de las políticas del salario mínimo exige medidas como ampliar la cobertura a más trabajadores, establecer un salario mínimo a un nivel adecuado e ir actualizándolo, a fin de que el trabajador y la familia puedan tener un mejor nivel de vida.

Vázquez Álvarez añadió que en los países en desarrollo y emergentes, la mejora del cumplimiento también exigirá la transición de los trabajadores del sector informal al sector formal.

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