Moscú se aprestaba el miércoles a anexionarse una franja de Ucrania, publicando lo que denominó recuentos de votos que mostraban un apoyo a la adhesión a Rusia en cuatro provincias parcialmente ocupadas, tras lo que Kiev y Occidente denunciaron como falsos referendos ilegales celebrados a punta de pistola.
En la Plaza Roja de Moscú se instaló un escenario con pantallas de video gigantes, con vallas publicitarias que proclaman “Donetsk, Lugansk, Zaporiyia, Jersón – ¡Rusia!”.
El presidente Vladimir Putin podría proclamar la anexión en un discurso dentro de unos días, poco más de una semana desde que entregó su apoyo a los referendos, ordenó una movilización militar en su país y amenazó con defender a Rusia con armas nucleares si fuera necesario.
Las administraciones instaladas por Rusia en las cuatro provincias ucranianas pidieron el miércoles formalmente a Putin que las incorpore a la Federación Rusa, lo que funcionarios de Moscú han sugerido que es una formalidad.
“Los resultados son claros. Bienvenidos a casa, a Rusia!”, dijo en Telegram Dmitri Medvédev, expresidente que ejerce como vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, tras la publicación de los resultados.
Las autoridades respaldadas por Rusia afirman haber llevado a cabo los referendos durante cinco días en un territorio que constituye alrededor del 15% de Ucrania.
Los residentes que escaparon al territorio controlado por los ucranianos en los últimos días han contado que funcionarios itinerantes les obligaron a marcar las papeletas en la calle a punta de pistola. Las imágenes filmadas durante el ejercicio mostraron a personas llevando urnas de casa en casa con hombres armados.
Rusia afirma que la votación fue voluntaria y conforme al derecho internacional, y que la participación fue alta.
“Esta farsa en los territorios ocupados ni siquiera puede llamarse imitación de un referéndum”, dijo el presidente ucraniano Volodímir Zelenski en un discurso por video durante la noche.
Mijailo Podolyak, asesor de Zelenski, dijo a Reuters que los ucranianos que ayudaron a organizar el ejercicio se enfrentarían a cargos de traición y a un mínimo de cinco años de cárcel. Los ucranianos que fueron obligados a votar no serían castigados.
Estados Unidos dijo que estaba trabajando con sus aliados y socios para imponer rápidamente graves costos económicos a Moscú por los referendos.
El ejecutivo de la Unión Europea también propuso nuevas sanciones contra Rusia, pero los 27 países miembros del bloque tendrán que superar sus propias diferencias para aplicarlas.
SABOTAJE DEL OLEODUCTO
Denis Pushilin, el líder instalado por Rusia en Donetsk, una de las dos regiones ucranianas que Moscú había proclamado anteriormente como estados independientes, dijo que estaba de camino a Moscú para completar el proceso legal de adhesión a Rusia.
“Ahora pasamos a una nueva etapa de acción militar”, dijo, en medio de especulaciones de que Putin está dispuesto a cambiar el estatus de lo que hasta ahora ha llamado una “operación militar especial” a una operación antiterrorista.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que Rusia tendría que seguir luchando hasta haber tomado el control de todo Donetsk. Alrededor del 40% de la provincia sigue bajo control ucraniano y es escenario de algunos de los combates más intensos de la guerra.
El plan de anexión de Rusia se aceleraba mientras las fugas de gas burbujeaban en el mar Báltico por segundo día después de que presuntas explosiones desgarraron los oleoductos rusos submarinos el martes.
El gasoducto Nord Stream 1, que en su día fue la principal ruta del gas ruso hacia Alemania, ya estaba cerrado, pero ahora no puede reabrirse fácilmente.
La OTAN y la Unión Europea advirtieron de la necesidad de proteger las infraestructuras críticas de lo que llamaron “sabotaje”, aunque los funcionarios se abstuvieron de decir a quién culpaban. El Kremlin dijo que cualquier teoría que señalara a Rusia como responsable de la voladura de sus propios oleoductos sería “estúpida”.
Con info de Reuters.