El mole es una salsa nativa del pueblo mexicano que debido a su complejidad, con los siglos obtuvo el adjetivo de proteína. Un buen mole se come sin pollo, a decir verdad, porque se deben admirar la salsa y los sabores del platillo, y cómo se construyó de origen. Si está bien hecho se disfruta a gusto, aunque claro que los fifís lo prefieren con pollo.

Es verdad que en el mundo orgánico la única salsa que existe es la yema de huevo, pero en el inconsciente colectivo de la cocina mexicana su correspondencia es un buen mole.

Y lo decimos porque el PES y el equipo de Jorge Hank Rhon están preparando lo que sería un plan de sus propias mañaneras mediante transmisiones por Facebook, aprovechando la exposición diaria que permite la campaña.

¿Se imaginan una mañanera de Hank a primera hora del día y luego ver a Bonilla queriendo batear una recta engañosa a las 9am? Ni mi gato suelta tanto pelo.

Jorgito es madrugador pero su caso no sería un formato estándar frente a la cámara, según dijeron, sino un evento casual un día y una entrevista banquetera al día siguiente; tal vez la exposición que cualquier candidato podría tener, pero siempre habrá un Jorge Hank en sus redes.

Y es que sucede que en política todo es apariencia, y Jorgito será el muro al que deba disparar Jaime Bonilla mientras debilita su discurso sobre otras personalidades. Por esa misma razón el mole está bien hecho cuando concentra su sabor y sus colores; y para ese entonces se van a clarificar hasta las intenciones del gobernador.

Porque con tanta cosa, Jaime Bonilla no podrá tener ya sus tres horas diarias de Venga la Alegría y empezará a conducir más bien un Matutino Expréss. Aunque si en su primer año de gobierno se gastó un mes efectivo de trabajo en Facebook, tal vez decida alargar sus mañaneras en campaña y gastarse otro mesesote.

Estaremos bastante pendientes.

Lo cierto es que al góber ya no le va a gustar el mole, y desde ya, tampoco le recomendamos el aguacate. Aunque siendo honestos la tiene medio fácil, porque el pollo que eligieron los fifís llega medio desplumado.

Ahí estaba arrinconado en el corral cuando le hicieron caso nomás porque lo vieron rechoncho y, en cuanto dio un paso, le vieron huevos de oro desde la iglesia.

Por eso más allá de lo que significa la salsa, Jorge se llama el pollito que los fifís eligieron para que su mole tuviera fuerza.

El mole que lleva fondo de PAN, escogió codorniz; y Movimiento Ciudadano a Mungaray Lagarda.

El mole chafa de vaso “Doña Marina” funciona si deseas una preparación estándar, a fuego lento. No debe llevar tanto caldo pero sí una cucharada de azúcar Morena. Y lo peor de todo es que es verdad.

Y lo peor peor peor, es que en todos los casos el cocinero agarró del congelador la proteína menos podrida para acompañar su mole de falsas esperanzas, y tal vez simular con un buen término de la carne las faltas de su propio criterio.

Antes de pensar en la carnita, debieron pensar en los chiles que tenían, aunque es verdad que con cinco familias a elegir es complicado adivinar lo que puedes cocinar salvo que tengas la receta perfecta.

Lo importante de los chiles y las especias, es tatemarlas antes en manteca y luego hidratarlos en agua caliente, cristalina y azul. Tatemas por separado y pones en agua todo junto. Luego doras una tortilla y después un virote.

El problema del mole radica en el proceso, por supuesto, pero también en los chiles. Si te pasas de tueste, se te echa a perder la salsa; y si no los tatemas bien tendrás una salsa plana, liquidona y sin chiste color ladrillo.

Y es lo que está pasando.

Después de tostar y sofreír, a todo le agregas caldito de pollo para el alma y lo dejas hervir. Una vez que los priístas renegados, panistas frustrados, perredistas de centroderecha, progresistas disfrazados y aliancistas en general se convencen -o sea, se cuecen-, sólo debes identificar qué chile sobresale para elegir el sabor del mole.

Y así lo resolvieron desde su poder para que Usted elija la salsa más amable de aquí a las elecciones. Las cosas podrían ser distintas si los comensales pusieran el chile en el mole que quieren.

Si en el PAN no simularan fondo de codorniz cuando su base es otra…

Si el vaso de mole “Doña Marina” no estuviera medio lleno…

Si no quisiera el gobernador poner a su yema de huevo como la mejor salsa posible…

Si en Movimiento Ciudadano les alcanzara el mole…

Y si el pollito no fuera predecesor del gallo…

¡Entonces valdría la pena tanto chile!

Secreto de la abuela: Al final agregue una pizca de ajonjolí Martínez Veloz, si es que quiere echar a perder el plato.

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