José Martín Martínez Cruz tiene 29 años y es el padre de Camila, la niña de dos años por la que la Fiscalía del Estado de Baja California envió una Alerta Amber el 1 de Febrero pasado, aún sabiendo que la menor está bajo custodia porque este tema se dirime desde el año pasado en los juzgados civiles, y no en los penales.

En entrevista con GLOCAL MEDIA, José Martín Martínez Cruz y su abogado, Juan Javier Becerra, denuncian hostigamiento, persecución en patrullas, golpes y lesiones certificadas, irregularidades, trampas, y todo un sistema desde el Gobierno del Estado que lo quiere hacer culpable de aquello que, con pruebas, él y sus defensores certifican como inocencia.

—Yo me presenté como un día normal a trabajar porque no tenía conocimiento de que habían girado una orden de detención en mi contra. Me presento a trabajar, de repente llegan los agentes, me apuntan, me esposan, y me empiezan a tomar fotos, me suben a la patrulla y me llevan a las oficinas que tienen en [Playas de] Rosarito. Ahí estamos aproximadamente una hora en las cuales ellos me estaban interrogando sobre el paradero de mi hija.

Aquí podemos notar una inconsistencia de la Fiscalía General del Estado, pues la Orden de Aprehensión girada contra José Martín era por una denuncia exprés por violencia intrafamiliar, pero al interrogarlo, a los agentes que lo detuvieron no les interesó el detalle de dicha situación, sino el paradero de la menor a la que no sustrajo y que tiene en custodia.

Para que recuerde en dónde estaba escondida Camila, los agentes de la FGE “empiezan a dar de codazos en las costillas”.

Dicho golpe mínimo pero visible de forma externa a 5 días de haberse cometido, está incluido y certificado junto a otros en la querella que los abogados de José Martín introdujeron en Asuntos Internos de la Fiscalía del Estado en Tijuana.

—Me mencionan que es para que recuerde dónde había dejado a mi hija. Así estuvimos media hora.

Los elementos de la Fiscalía de Rosarito que lo detuvieron, lo subieron a una patrulla para traerlo a Tijuana. Y en el lapso de La Gloria le volvieron a insistir durante 15 o 20 minutos. Esto sucedió el lunes 14 por la noche.

El martes 15 José Martín tuvo su audiencia por la mañana. A las 19:00 horas de ese día, por inexistencia de pruebas sobre violencia intrafamiliar, ya estaba libre.

Sin embargo, hasta antier miércoles 16 de febrero la Fiscalía de Baja California difundió a las 9:37 de la mañana un boletín vía WhatsApp a los medios de comunicación: Anunciaron su detención por el delito de violencia intrafamiliar y su vinculación a proceso, aún cuando el padre de Camila no contaba con suficientes pruebas en su contra y por eso sigue su asunto en libertad.

La irregularidad en los tiempos de la Fiscalía, revela que esto es un asunto que buscan forzadamente pasar de lo familiar a lo penal, respaldando desde la difusión institucional una verdad que es mentira. Una apariencia que no existe.

Tras la golpiza policíaca, el abuso institucional y el linchamiento social provocado por no darle voz, José Martín revela a GLOCAL MEDIA:

—Están afuera de mi casa. Afuera de casa de mi mamá. En casa de mi abuela. No puedo salir, tengo que andar huyendo porque estos sujetos (de la Fiscalía) me siguen a todas horas.

Mientras contaba esto, dos camionetas blancas y una gris se estacionaron justamente afuera del mismo edificio en donde lo entrevistamos.

El Fiscal General de Baja California, Iván Carpio, descendió de la más custodiada y pasó de lejos. Antes de subir el elevador, volteó a la mesa del cafecito donde estábamos entrevistando al padre de Camila, y nos envió un saludo amable con las manos.

Los abogados de José Martín se quedaron mudos ante los escoltas con lentes negros; él puso cara desconcertada. El reportero de Zeta que estaba presente y su servidor de GLOCAL MEDIA, no podíamos creer la escena.

¿Qué posibilidades existen de que llegue al mismo edificio el Fiscal del Estado, precisamente cuando estamos entrevistando al padre de Camila, la niña al que el sistema ha querido visualizar como secuestrada de un sujeto golpeador, y no en custodia por un asunto que se analiza en los juzgados familiares desde el año pasado?

Ivan Carpio: ‘No hay hostigamiento”

El Fiscal de Baja California reconvirtió las denuncias de hostigamiento y persecución, en “una investigación”.

—Hay una asistencia jurídica. Y desde luego que son argumentos, argumentos, eh… de que eh… con el vocablo que me dices de hostigamiento, no hay hostigamiento cuando hay una investigación…

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