La historia de Karla “N”, de 18 años, no empezó el pasado viernes 12, cuando la policía descubrió que presuntamente asesinó a su madre y a su tío y vivió con sus cadáveres varios días acompañada de su perro en un departamento en la alcaldía Álvaro Obregón.

Los reportes policiacos indican que, desde hace seis años, la entonces adolescente ya estaba envuelta en hechos de violencia familiar como agresora y como víctima de varios delitos, incluidos de índole sexual.

No obstante esas señales de alerta, ni la entonces Procuraduría ni la hoy Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) habrían hecho lo correspondiente para evitar el doble crimen ocurrido la semana pasada.

De acuerdo con información del periodista Carlos Jiménez, desde 2016 la entonces Procuraduría capitalina ya tenía registros de posibles agresiones de la entonces adolescente contra su familia. Fue su propia madre, Paola “N” quien la denunció por violencia familiar.

Apenas sumaba 14 años y ya pesaban sobre ella cuatro carpetas de investigación. Pero no era todo. Karla también habría sido víctima, pues su madre la habría acompañado al Ministerio Público para denunciar presuntos robos, amenazas, abuso sexual y violación señalando como agresores a sus vecinos y otras personas.

Después del crimen

El pasado viernes 12, se dio a conocer la detención de la joven en un departamento de la alcaldía Álvaro Obregón. Las autoridades la aprehendieron como presunta responsable del feminicidio de su madre y el homicidio de su tío.

La hallaron dentro del departamento con los dos cadáveres que, por su estado de descomposición, tendrían ya varios días de haber muerto. Tendrían huellas de golpes y mordidas de perro.

Vecinos de la zona comentaron que dentro del departamento donde vivía Karla con su madre y su tío, quien presuntamente padecía una discapacidad, todos los días se escuchaban señales de violencia: gritos, discusiones y maltrato.

En un video difundido por el periodista Carlos Jiménez, se observa a la joven hablando con su perro, aparentemente de la raza pitbull, y haciendo ruidos extraños. En otras imágenes, se observa el departamento en completo desorden y con señales de hacinamiento. Aún estaban con vida sus familiares.

De acuerdo con los reportes policiacos, la joven solía cantar en los pasillos del mercado Mixcoac o en un tianguis que se pone en la zona para hacerse de algunas monedas.

Tras su detención, fue recluida en el Centro Femenil de Readaptación de Santa Martha Acatitla, en la alcaldía Iztapalapa. Ahí, Karla es sometida a estudios especializados, pues por todos estos antecedentes de vida, las autoridades consideran que la joven debería estar en un hospital psiquiátrico.

Tanto el pitbull como otro perro de raza pequeña quedaron bajo el resguardo de la Brigada Animal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).

Con información de Proceso.

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