José Urbano Beas de Dios entró al Hospital de Tijuana por una contusión el domingo 3 de abril y hasta la fecha no aparece. Padre de familia, José Urbano de 65 años sufrió un accidente doméstico, por lo que su hija, Wendy Beas lo llevó a Urgencias con la esperanza de que lo trataran.
El calvario inició a las 2 horas con 17 minutos de la tarde. Ingresaron por el lado de Urgencias: “Se me tomaron los datos al igual que de mi padre. Lo revisaron y al darse cuenta de que tenía tenía una contusión la doctora en turno lo pasó al segundo filtro para que se le tomara una tomografía”, relata Wendy.
Ahí les volvieron a tomar los datos y le pidieron que sentara a su padre, pero Wendy externó su angustia: “No quería dejarlo ya que mi padre estaba un poco confundido, la doctora me comentó que no me preocupara, que ellos se hacían cargo de mi padre, que nos avisarían cualquier cosa”, sin embargo, de ahí todo fue en picada. “Estuve esperando alguna información la cual nunca llegó”.
A las 2:25 pm se realizó el registro de la entrada del padre. Wendy se quedó esperando durante horas por alguna novedad. No fue hasta las 10:00 pm que decidió solicitar información de nuevo en ventanilla. En primera instancia no lo encontraron en los registros, pero al cabo de un tiempo el personal del hospital localizó el registro de entrada.
Wendy fue canalizada con la subdirectora, quien afirmó que comenzaría la búsqueda en pisos. Para efectuar dicha búsqueda solo se valía del nombre del desaparecido, sin ninguna foto. La subdirectora del hospital le pidió que aguardara en la sala de espera. Tras un rato regresó para decirle que la búsqueda no rindió frutos. Le pidió que regresara “al día siguiente para verificar cámaras con las personas correspondientes, aun así yo me quedé en las puertas de las instalaciones”.
Para la madrugada del lunes 4 de abril, a la 1:00 am, el yerno de Wendy se unió a la protesta y exigió conocer el paradero de don José. Pero le respondieron con una negativa. Los pasaron a ventanilla, donde afirmaron no tener información, para después turnarlos al departamento de trabajo social, pues ahí guardan los registros de entradas, salidas, listas de defunciones y datos familiares de los pacientes.
La encargada de ese departamento intentó ayudar, ofreciéndose a pasar a Wendy a observación, pues ahí destinan a los pacientes previo a sus procedimientos. Tras una inspección en esa zona, tampoco hallaron nada. La hija de Wendy se ofreció a buscar en los pisos. La encargada, vacilante, accedió a recorrer el laberinto del Hospital: “Entraron aproximadamente a 6 pisos. Buscaron cuarto por cuarto, los baños de cada piso, cada camilla, y nombres de los documentos en cada camilla. Incluso se destapaban a los pacientes del rostro solo para tener mayor seguridad”.
Hubo un momento en que la encargada no permitió a la hija de Wendy pasar al área de cuidados intensivos, esto por ser zona restringida. Otras áreas que quedaron excluidas fueron ginecología y pediatría. Pero tampoco se cubrieron muchos lugares como bodegas y otros cuartos.
Como última solución la encargada les ofreció la opción de verificar las cámaras hasta que el personal de vigilancia empezara turno. Horas más tarde, exactamente a las 8:00 am, la trabajadora social sostuvo que se coordinaría con el médico de urgencias y el director del Hospital.
Luego de más vueltas y más espera, la mujer zanjó el tema. Las cámaras grabaron a don José, un hombre mayor con una contusión, salir por la parte de enfrente del Hospital.
Wendy remata: “No me mostraron las grabaciones”.
La familia Beas ya presentó la denuncia en el Centro Apoyo Personas Extraviadas o Ausentes (CAPEA) que quedó registrada en el reporte 340/22.
Si tiene información del paradero de don José puede marcar al número (664) 4872070.
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