Israel bombardeó Gaza durante la noche antes de un posible ataque terrestre contra Hamás, mientras que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, condenó el ataque sorpresa del grupo militante palestino como “maldad pura y dura” y lanzó una advertencia aparentemente dirigida a sus patrocinadores iraníes.

Según el Ejército israelí, 1.200 personas han muerto y más de 2.700 han resultado heridas en el ataque de varias horas de duración perpetrado por hombres armados de Hamás tras romper la valla que rodea Gaza el sábado.

Un hombre sostiene a su perro después de que un cohete, lanzado desde la Franja de Gaza, cayó en Ashkelon, sur de Israel. 11 de octubre de 2023. REUTERS/Amir Cohen

Los ataques israelíes en represalia contra el enclave han causado 1.055 muertos y 5.184 heridos, según las autoridades palestinas.

El Ejército comunicó que decenas de sus cazas atacaron durante la noche más de 200 objetivos en un barrio de la ciudad de Gaza que, según dijo, había sido utilizado por Hamás para lanzar sus ataques.

Niños palestinos heridos en ataques israelíes son llevados a un hospital, en la ciudad de Gaza. 11 de octubre de 2023. REUTERS/Mohammed Salem

“Hamás quería un cambio y lo tendrá. Lo que había en Gaza ya no existirá”, dijo el ministro de Defensa, Yoav Gallant, a los soldados cerca de la valla el martes. “Empezamos la ofensiva desde el aire, más adelante vendremos también desde tierra”.

Con los socorristas palestinos desbordados, otros habitantes de la abarrotada franja costera se unían a la búsqueda de cuerpos entre los escombros.

“Estaba durmiendo aquí cuando la casa se derrumbó encima mío”, gritaba un hombre mientras él y otros utilizaban linternas en las escaleras de un edificio alcanzado por misiles para encontrar a alguien atrapado.

Un doliente reacciona mientras entierra el cuerpo de un niño palestino de la familia al-Agha, muerto en ataques israelíes, en Khan Younis, en el sur de la Franja de Gaza. 11 de octubre de 2023. REUTERS/Ibraheem Abu Mustafa

El Ejército israelí dijo que ha matado a al menos 1.000 hombres armados que se infiltraron desde Gaza.

En otra señal del recrudecimiento de la crisis, los bombardeos israelíes alcanzaron ciudades del sur de Líbano tras un ataque con cohetes del poderoso grupo armado Hezbolá, respaldado por Irán.

MATERIAL SENSIBLE. ESTA IMAGEN PUEDE OFENDER O MOLESTAR. Un hombre lleva a una niña palestina herida mientras una mujer reacciona en el lugar de los ataques israelíes contra una casa, en Khan Younis en el sur de la Franja de Gaza. 11 de octubre 2023. REUTERS/Ibraheem Abu Mustafa

Decenas de israelíes y extranjeros fueron llevados a Gaza como rehenes, y algunos fueron paseados por las calles. Ambas partes han declarado que entre los muertos y heridos hay muchas mujeres y niños.

Israel dijo que estaba incrementando la entrega de armas de fuego a ciudadanos con licencia, augurando posibles fricciones entre su minoría árabe y la mayoría judía, en medio de llamamientos a más protestas en apoyo de los palestinos de Gaza.

Palestinos heridos en ataques israelíes corren frente a su casa, en Khan Younis, en el sur de la Franja de Gaza, el 11 de octubre de 2023. REUTERS/Ibraheem Abu Mustafa

RIESGOS PARA ISRAEL

Una ofensiva terrestre entraña riesgos para Israel, sobre todo para los rehenes retenidos en la estrecha y densamente poblada Franja de Gaza, estrechamente controlada por Hamás, que ha amenazado con ejecutar a un cautivo por cada casa que ataque sin previo aviso.

Según fuentes palestinas, en una de las viviendas alcanzadas por la aviación israelí en Gaza durante la noche murieron tres familiares del militante palestino Mohammed Deif, el misterioso cerebro del asalto, planeado desde hace dos años.

Nubes de humo y materiales tras los ataques israelíes en la ciudad de Gaza, 11 de octubre de 2023. REUTERS/Saleh Salem

Israel retiró sus tropas de Gaza en 2005, tras 38 años de ocupación, y la mantiene bloqueada desde que Hamás tomó el poder allí en 2007. El asedio anunciado el lunes impedirá la entrada de alimentos y combustible para los 2,3 millones de habitantes, lo que los palestinos dicen que es intolerable.

Washington dijo que estaba hablando con Israel y Egipto sobre la idea de un corredor seguro para los civiles de Gaza, donde escasean los alimentos y se agota el combustible.

En la frontera septentrional de Israel, se disparó una salva de cohetes desde el sur de Líbano hacia Israel, lo que provocó un bombardeo israelí de respuesta, dijeron tres fuentes de seguridad, en un cuarto día consecutivo de violencia.

Palestinos entre los escombros tras los ataques israelíes, en la ciudad de Gaza, 11 de octubre de 2023. REUTERS/Mohammed Salem

Proyectiles lanzados desde territorio sirio cayeron en zonas abiertas de Israel, elevando aún más el temor de que la violencia pueda desembocar en una guerra más amplia.

“Todavía no sabemos si estos cohetes fueron disparados por las fuerzas armadas sirias, por alguna de las muchas milicias iraníes que existen y son acogidas por el régimen sirio, o por Hezbolá o por cualquier otro”, dijo el teniente coronel israelí Conricus.

“Lo que sí sabemos es que contraatacamos disparando hacia las fuentes de fuego y actualmente la situación allí está tranquila”.

Palestinos inspeccionan los daños tras los ataques israelíes, en la ciudad de Gaza, 11 de octubre de 2023. REUTERS/Mohammed Salem

Las sirenas que advertían de la llegada de cohetes sonaron durante la noche en las comunidades israelíes cercanas a la frontera de Gaza.

REACCIÓN INTERNACIONAL

En la Casa Blanca, Biden calificó los ataques de Hamás de “acto de maldad absoluta” y dijo que Washington estaba enviando rápidamente más ayuda militar a Israel, que incluye munición e interceptores para reponer el sistema de defensa aérea Cúpula de Hierro, además pidió a Israel que siga la “ley de la guerra” en su respuesta.

Biden dijo a los periodistas que Estados Unidos había “mejorado nuestra postura de fuerza militar en la región para fortalecer nuestra disuasión”, incluido el traslado de un grupo de ataque de portaaviones y aviones de combate.

“Permítanme decir de nuevo a cualquier país, cualquier organización, cualquiera que esté pensando en aprovecharse de la situación, tengo una palabra: no lo hagan”, dijo Biden, en una aparente referencia a Irán y sus aliados en la región.

Responsables estadounidenses afirman que no tienen pruebas de que Irán haya orquestado los ataques, pero señalan el prolongado apoyo de Teherán a Hamás.

El exjefe de Hamás, Jaled Meshaal, convocó protestas en todo el mundo árabe el viernes en apoyo de los palestinos, en comentarios grabados a los que tuvo acceso Reuters.

“(Debemos) dirigirnos a las plazas y calles del mundo árabe e islámico el viernes, el viernes del diluvio de Al Aqsa”, dijo Meshaal, que actualmente dirige la oficina de Hamás en la diáspora.

Biden envió a su principal diplomático, Antony Blinken, a Israel, quien transmitirá “un mensaje de solidaridad y apoyo”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.

El asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, dijo que Washington estaba hablando también con Israel y Egipto sobre la idea de crear un paso seguro para la salida de civiles de Gaza.

La coalición de derechas del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y los líderes de la oposición estaban cerca de formar un Gobierno de unidad de emergencia.

Países como Fiyi, Corea del Sur, Dinamarca, República Checa y Canadá se apresuraron a evacuar a sus ciudadanos, muchos de ellos atrapados tras la cancelación de vuelos por parte de las principales aerolíneas.

“NINGÚN LUGAR ES SEGURO”

Medios de comunicación palestinos publicaron que los ataques aéreos israelíes alcanzaron viviendas en la ciudad de Gaza, en la ciudad meridional de Jan Yunis y en el campo de refugiados de Bureij, en el centro de Gaza.

En redes sociales, residentes afirmaron que muchos edificios se habían derrumbado y que, en ocasiones, hasta 50 personas habían quedado atrapadas.

Naciones Unidas dijo que más de 180.000 habitantes de Gaza se habían quedado sin hogar, muchos de ellos cobijados en las calles o en escuelas.

El Ministerio de Asuntos Exteriores palestino dijo que, desde el sábado, los ataques israelíes habían destruido más de 22.600 viviendas y 10 centros de salud y dañado 48 escuelas.

“Esta flagrante deshumanización y los intentos de bombardear a un pueblo hasta la sumisión, de utilizar el hambre como método de guerra y de erradicar su existencia nacional son poco menos que genocidas”, escribió el martes el enviado palestino ante la ONU, Riyad Mansour, en una carta al Consejo de Seguridad de la ONU, a la que tuvo acceso Reuters.

La violencia también se recrudeció en la Cisjordania ocupada por Israel y en Jerusalén Este, donde funcionarios dijeron que 21 palestinos han muerto y 130 han resultado heridos en enfrentamientos con las fuerzas israelíes desde el sábado, según el Ministerio de Salud palestino.

De Reuters.

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