Socorristas haitianos han encontrado 61 cadáveres en el lugar de la explosión de un camión en la ciudad de Cap-Haitien, informó un funcionario de bomberos, que añadió que la tragedia se vio agravada por el intento de los residentes de abrir el vehículo para recoger combustible.
La explosión del lunes por la noche carbonizó fachadas de casas y tiendas cercanas y destruyó coches y motocicletas después de que el camión volcara, un choque que, según testigos, se produjo cuando el conductor del camión intentó evitar embestir a una motocicleta.
Una emisora de radio haitiana citó a un funcionario local que cifró en 75 el número de fallecidos, pero el recuento oficial, incluyendo a los que murieron en el principal hospital de la ciudad, no estaba claro porque los médicos no han completado el procedimiento, dijeron fuentes a Reuters.
“El conductor había advertido a la gente que no se acercara al camión”, dijo Frandy Jean, que dirige el cuerpo de bomberos de Haití para la región norte. “No hicieron caso. Llevaban sus teléfonos, que utilizaron como linternas, y algunos intentaron perforar el tanque con martillos”.
La tragedia provocó un emotivo lamento del Papa Francisco y un llamamiento a la oración por la nación caribeña, que este año ha sufrido una brutal ola de violencia de bandas, un asesinato presidencial y un devastador terremoto.
Haití sufrió una grave escasez de combustible durante casi un mes a partir de octubre, cuando una coalición de bandas bloqueó el acceso a las terminales de combustible, obligando a algunas empresas y hospitales a cerrar parcial o totalmente.
El mes pasado las bandas levantaron el bloqueo, pero muchos haitianos dicen que siguen teniendo problemas para encontrar combustible.
Las bandas se han hecho más poderosas desde el asesinato en julio del presidente Jovenel Moise, un hecho que creó un vacío político y permitió a los grupos criminales ampliar su accionar.
Haití también sufrió un devastador terremoto en agosto que dejó más de 2.000 muertos.
Con información de Reuters.
