Una manifestación organizada frente a Casa Jalisco, en Guadalajara, la residencia oficial del gobernador Enrique Alfaro, en la que participaron familiares y amigos de varias víctimas de desaparición, culminó con la detención de dos hombres que exigían la aparición con vida de Gustavo Rojo, quien ha estado desaparecido desde el 9 de julio.
Las detenciones y la represión incluyeron la retirada de niños y mujeres que se encontraban en la protesta en el cruce de las avenidas López Mateos y Manuel Acuña. Estas acciones fueron ejecutadas por policías estatales, que un día antes, durante una marcha de familiares de desaparecidos que intentó bloquear la carretera a Chapala, habían anunciado que usarían la fuerza para evitarlo.
Los detenidos, Jairo Jáuregui y Osvaldo Rojo, afirmaron a través de sus familiares que estaban ejerciendo su derecho a una protesta pacífica debido a la falta de avances en la búsqueda de Gustavo Rojo. Según los testimonios, los policías y el cuerpo de antimotines “empezaron a empujarnos, lo que inevitablemente llevó a una respuesta porque también empujaron a niños y mujeres”.
En redes sociales, varios participantes en la manifestación denunciaron que fueron agredidos por los oficiales, incluidos los policías viales, quienes “o querían que estuviéramos en la avenida (López Mateos) aunque no estábamos afectando el tráfico”.
Más tarde, la Secretaría de Seguridad estatal confirmó la detención de los dos hombres durante un “pequeño altercado” entre los policías y los manifestantes. En un comunicado, la dependencia explicó que los oficiales que custodiaban la marcha habían solicitado en múltiples ocasiones que los manifestantes llevaran a cabo su protesta sin obstruir el libre tránsito de las vías, con el fin de respetar tanto su derecho como el de los demás.
El boletín señala que “un grupo de sujetos comenzó a agredir física y verbalmente a los policías, provocando un conato de riña, por lo que fue necesario aplicar los protocolos de seguridad, dejando como resultado la puesta a disposición de los dos hombres”.
La marcha a Casa Jalisco, que está resguardada por vallas metálicas permanentes al igual que el palacio de gobierno, reunió a familiares de personas desaparecidas en Jalisco. Según el Registro Estatal de Personas Desaparecidas, en la entidad hay 15,021 personas desaparecidas, de las cuales 13,243 son hombres y 1,778 son mujeres, ocupando el primer lugar a nivel nacional.
La convocatoria para la protesta fue conjunta y uno de los motivos fue la desaparición de Kevin Ulises, estudiante de 18 años de la Universidad de Guadalajara, por quien ya se habían realizado otras manifestaciones. Durante la protesta frente a la residencia de Alfaro, sorprendentemente, el joven desaparecido contactó a su padre, quien lideraba la marcha, y le informó que había regresado a casa, lo que llevó al padre a ir emocionado a comprobar el estado de salud de su hijo, que parecía estar bien.
Además, también participaron personas cercanas a Keyla, una joven de 25 años con un bebé de tres meses, de quienes no se tiene noticia desde el 25 de julio, cuando fueron vistos por última vez en su hogar en la colonia Tabachines, en Zapopan.