El periodista deportivo escocés Andrew Jennings, quien desnudó la corrupción en la FIFA y en el Comité Olímpico Internacional (COI), falleció el sábado 8 de enero de una enfermedad repentina, según informaron sus familiares.
Jennings, de 78 años, saltó a la fama por sus investigaciones, la primera de ellas cuando investigó al español Juan Antonio Samaranch y desnudó sus manejos corruptos como presidente del COI en el libro “Los Señores de los Anillos”, de 1992.
Las investigaciones periodísticas de Jennings, quien también trabajó para la BBC, destaparon la cultura de la corrupción en el deporte mundial durante tres décadas. La más reciente, el llamado FIFA Gate, que derribó a Joseph Blatter como dirigente del futbol internacional y puso en la cárcel a un grupo de presidentes de federaciones de futbol de América Latina.
“Si tuvieras que poner un solo nombre a la revolución del debate deportivo internacional durante los últimos 30 años, si pudieras elegir sólo a una persona para encarnar la creciente conciencia pública sobre el abuso económico y político del deporte, de los atletas y de los aficionados, ese nombre y esa persona sería Andrew Jennings”, escribió Jens Sejer Andersen, director internacional de Play the Game.
Play the Game es una organización internacional que funciona con el patrocinio del Instituto Danés de Estudios Deportivos (Idan, por sus siglas en danés) que trabaja para fortalecer la ética del deporte a través de la democracia, la transparencia y la libertad de expresión.
Jennings fue colaborador de este organismo que publicó en su página de internet un texto donde Andersen desmenuza la importancia de la labor del periodista escocés, al que definió como “un reportero de investigación intransigente e implacable, siempre persiguiendo documentos y hechos que pudieran exponer el lado oscuro del negocio del deporte, siempre buscando con entusiasmo la colaboración con espíritus afines, siempre en modo de combate cuando se enfrentaba a médicos, abogados, expertos en medios y líderes deportivos que trataban de disculpar lo inexcusable”.
Después de publicar “Los Señores de los Anillos”, en coautoría con Vyv Simson, Andrew Jennings estuvo vetado durante años en los eventos del COI. Trabajó en solitario con su próximo libro “Los nuevos señores de los anillos” (1996) donde expuso las prácticas corruptas en las federaciones deportivas internacionales y el COI.
El COI fue objeto de un escrutinio crítico en el siguiente libro de Jennings, “La gran estafa olímpica” (2000 en coautoría con Clare Sambrook) donde denunció los actos de corrupción y sobornos cometidos para la designación de la sede de los Juegos Olímpicos invernales de Salt Lake City 2002.
Después de investigar al COI, Andrew Jennings se concentró en la FIFA. En 2001, el periodista se presentó en una conferencia de prensa de la FIFA y cuestionó a Joseph Blatter: “¿Alguna vez ha tomado un soborno?”.
Seis semanas después, un funcionario anónimo de la FIFA organizó una reunión secreta a medianoche en Zúrich, sede de la FIFA, y le proporcionó a Jennings un primer montón de documentos comprometedores y contactos para dar los siguientes pasos en su investigación.
“Basándose en los documentos de la FIFA y en la investigación llevada a cabo por las autoridades suizas de la desaparecida empresa de marketing ISL, Jennings desentrañó el negocio del estilo mafioso de la FIFA en el libro ‘¡FALTA! El mundo secreto de la FIFA: sobornos, manipulación de votos y escándalos de entradas’, publicado en 2006, que le valió la prohibición de participar en los eventos de la FIFA y múltiples amenazas legales. La FIFA nunca lo demandó”.
Más adelante, refiere Jens Sejer Andersen, una secuencia de documentales en BBC Panorama sobre la FIFA, investigados y presentados por Jennings, contribuyeron al impacto internacional de su trabajo. Su libro y publicaciones llamaron la atención de los investigadores –y fanáticos del futbol– que trabajan para la autoridad fiscal de Estados Unidos (el IRS) y el FBI.
Unos oficiales se pusieron en contacto con Jennings en 2009 y le pidieron que los ayudara en su investigación criminal secreta sobre la FIFA.
Cuando el Departamento de Justicia (DOJ) tomó medidas en mayo de 2015 y Blatter se vio obligado a retirarse, Andrew Jennings comenzó a filmar su quinto y último programa Panorama de la BBC, que resume 15 años de investigación en “FIFA, Sepp Blatter y yo”.
Mientras filmaba algunas de las últimas secuencias en Nueva York, Andrew Jennings sufrió un derrame cerebral que limitó su capacidad de trabajo en sus últimos años.
Con Play the Game, Andrew Jennings colaboró desde su creación en 1997 practicando lo que siempre predicó como una de las vías fundamentales para el éxito periodístico: la creación de redes.
“Su confianza en colegas de ideas afines fue igual que el abierto desprecio por aquellos que practican ‘estándares de información casi criminalmente malos; pereza, renuencia a hacer preguntas, confianza en los comunicados de prensa’. Atacó a los periodistas que hacen fila para tomarse fotos con ‘los emperadores del deporte’ y aceptan demasiada ‘hospitalidad de las personas sobre las que se supone que deben informar’.
“A menudo lo escuché enseñar a los periodistas más jóvenes a nunca construir sus historias sobre insinuaciones y fuentes anónimas. Su lema era breve y contundente: ‘¡Consigue los documentos!’. La historia demostró que Andrew Jennings tenía razón. No exageraba, al contrario. En su caso, como en la mayoría de los casos de periodismo de investigación en el deporte, se descubren delitos mucho más graves cuando la policía y los fiscales deciden actuar sobre la base de revelaciones periodísticas”.
Finalmente, Play The Game destacó que durante la primera mitad de su carrera que Jennings dedicó a investigar la corrupción en Scotland Yard y otros sectores de la sociedad, aprendió una lección que llevó al deporte: “Cuando el grupo de reporteros vaya en una dirección, vaya en la dirección opuesta. Evite la multitud, manténgase alejado de la multitud de reporteros de noticias rápidas, y aléjese y busque hasta que crea que está llegando a algunas verdades. Algunas verdades independientes son mejores que ninguna”.
Con información de Proceso.