Emergency Circus es un grupo de amigos radicados en San Diego, dedicados a la música y el clown, quienes desde hace más de una década se han dedicado a llevar risas y alegría a las niñas y niños migrantes que viven en los albergues de la fronteriza Tijuana, en donde están oa la espera de que con sus padres puedan obtener un proceso de asilo en Estados Unidos.

En distintos periodos a lo largo del año, este grupo suele visitar estos albergues para ofrecer shows de circo sin fines de lucro, además que viajan también por otras partes del mundo para ofrecer estos shows a distintas comunidades vulnerables en lugares como Tailandia, Costa Rica, México y Canadá, además de su país.

Durante el mes de noviembre y parte de diciembre, el grupo de jóvenes estuvo en esta ciudad, en donde conversamos con Lucy, una de las fundadoras del proyecto, quien compartió la alegría que le representa también el poder trabajar con estos niños “de este lado de la frontera”, pues considera que la alegría es muy importante para cualquier ser humano.

“Me da mucha alegría trabajar de esta manera con niños, cada niño debería tener ese tipo de alegría y me da mucha satisfacción saber que toda la gente puede hacerlo y nosotros les proporcionamos esas alegrías. Es como una terapia, es lo que necesita el mundo, la risa y la alegría”, dijo.

Lucy se ha especializado en el arte circense desde que tenía 6 años de edad, lo que le llevó desde temprana edad a viajar por varias partes del mundo y conocer distintas realidades, razón por la cual desde hace 10 años emprendió este proyecto junto con otros amigos, con el que trabaja de forma desinteresada y sin fines de lucro.

“Hay un grupo de payasos que se llaman Caravana Filantrópica, que son de Canadá y franceses y vienen y han durado hasta dos meses, entonces hay aquí una comunidad de payasos que se dedican a hacer solo eso y nosotros también decidimos hacerlo, porque la gente lo necesita, tener alegría en la vida es muy importante y nos sumamos a eso”, refirió.

Algo que le llamó mucho la atención de cuando visitó Tijuana por primera ocasión, fue enfrentarse con toda esta realidad que viven los migrantes en los albergues, quienes tienen que esperar meses e incluso años “ahí, con los niños sin poder estudiar, sin poder divertirse abiertamente”, por eso decidieron que Tijuana sería un punto importante para visitar de forma continua.

“Es todo un cambio venir a Tijuana, somos vecinos y tenemos que trabajar para hacer una comunidad que cruce y vaya más allá de la frontera, nosotros nos preocupamos por ello, por los niños, por los jóvenes, por el hecho de que tengan un momento de alegría dentro de todo lo que han tenido y tienen que soportar”, recalcó.

Daniel Gutiérrez es músico de profesión y desde hace un año forma parte de este colectivo y compartió que para él es muy importante esta actividad porque “vamos por todos lados haciendo nuestro trabajo tratando de llevarles alegría a las personas y es una experiencia muy bonita el poder traerles este tipo de energía a los jóvenes y niños en los albergues, es algo muy importante para nosotros, por eso hacemos este tipo de trabajo”.

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