Si se busca en Internet las características de la generación Baby Boomer (1946-1964) se puede leer que suelen ser competitivos, optimistas, profesionales y, sobre todo, deseosos de dejar su huella en el mundo.

En cambio, la generación Z (1996-2017) se distingue por, entre muchas cosas, ser pragmática y en especial por ver a la tecnología como parte fundamental de su vida diaria.

El gobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez, pertenece al grupo de los boomers al nacer en 1950, pero parece más un adolescente que no concibe su día a día sin redes sociales al compartir de manera religiosa fotos, historias, videos en vivo, muchos videos.

Bonilla no tiene TikTok, pero sus mañaneras se parecen mucho a lo que se encuentra en esa red social, la cual se distingue por mostrar, la mayoría de las veces, contenido idealizado. Es decir, que expone lo “mejor” de la persona que lo publica.

Para muestra, los títulos de los vídeos del gobernador, los cuales parecen de una Baja California maravillosa, sin problemas, casi como una imagen del Atalaya.

“Modernizamos la estructura en seguridad y justicia; Generamos educación; Trabajamos con total honestidad y transparencia; Coordinación efectiva para la seguridad de BC”, puros éxitos con este hombre, por lo menos en sus publicaciones.

La realidad es que el estado está muy lejos de ser lo que el tiktoker Bonilla cree. Como ejemplo Tijuana, el municipio con el índice nacional más elevado de homicidios en este 2021, 134 crímenes por cada 100 mil habitantes.

Tres hallazgos de restos humanos y narcomantas en distintos puntos de la Tijuana. FOTO: OMAR MARTÍNEZ /CUARTOSCURO.COM

También están Ensenada y el Valle de Mexicali con sus crecientes y graves problemas con el narcotráfico, los tandeos de agua en la ciudad, así como la falta de soluciones a temas pendientes como un mejor transporte público o aún más importante, acceso a medicinas y atención médica.

Pero no piense que lo que aquí se apunta es tan solo la percepción del que escribe. Al parecer ya son varias personas las que están cansadas del contenido de Bonilla, quienes aprovechan las mañaneras para hacérselo saber.

“Trabajo mata grilla; Póngase a trabajar señor Bonilla; Sin agua nuevamente en Santa Anita, Torres y colonias aledañas”, expresan las y los bajacalifornianos.

No obstante, los apuntes negativos hacia la gestión del gobernador no suelen ser expuestos ni mucho menos abordados durante sus transmisiones en vivo, prefiriendo darle un espacio diario al “ciudadano modelo”, Rubén Ovando, quien de manera “libre” expresa comentarios y repuestas a favor del mandatario.

Hasta parece miembro de su gabinete y nómina, pero no lo creo, porque este gobierno es muy transparente.

“Por qué no contesta las preguntas de que pague a los maestros. Ya van varios días los mensajes y no les responde”, manifestó una ciudadana en una de las transmisiones de Bonilla.

Hay, por lo menos en apariencia, un gobernador tiktoker, que gusta de abordar solo lo que le conviene, y desdeñar u omitir aquello que va en contra de algo que lo coloque como un mal servidor público.

Lo anterior no es algo nuevo en la política. Por el contrario, es toda una deshonesta tradición hablar solo de lo bueno, algo que en estos tiempos de redes sociales se agrava aún más, ya que funcionarios como Jaime Bonilla montan desde sus perfiles toda una estrategia para lucir como personas de trabajo, eficientes, honestas, sin errores.

Jaime Bonilla Valdez tomó protesta como Gobernador Constitucional de Baja California en la Sala del Pleno del Congreso del estado, en El Centro Cívico de la ciudad fronteriza. FOTO: OMAR MARTÍNEZ /CUARTOSCURO.COM

Los mensajes y la comunicación tienen un rol predominante en la actualidad y el gobernador lo sabe, lo que es importante que supiera es que las y los bajacalifornianos no queremos un show de él riéndose de los homicidios o presumiendo que regaló computadoras.

Me atrevería a decir que la ciudadanía lo que desea es menos circo y más hechos, realidades, pues, y no datos maquillados.

Lamentablemente aquí en Baja California no tenemos eso, sino un baby boomer tiktoker a quien solo le interesa mostrarse en videos como el mejor gobernador… algo que está muy lejos de ser.

FOTO: OMAR MARTÍNEZ/ CUARTOSCURO.COM

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