Rubén Ovando se llama el zalamero diario de Jaime Bonilla.
En todas las mañaneras que trasmite por Facebook el gobernador de Baja California, Ovando tiene lista la lengua para lamer el único momento feliz de la transmisión: la ronda de preguntas donde Jaime Bonilla se la pasa tirando chines.
Ovando lame sobre el panismo imperfecto y eso le da razones para aparecer diariamente en el comentario final de la mañanera de Jaime Bonilla.
Es un perro de lengua larga que lame todo el poder que al gobernador le sobra, con eso juega y nada más.
Rubén pone e impone sobre la prensa sus preguntas y pensamientos, en el espacio cibernético que Jaime Bonilla presume como un “acercamiento mediático”.
A los periodistas puede ignorarnos por decisión de su equipo, pero a Rubén Ovando le contesta sus cartas-comentarios-antipanistas diariamente.
En un seguimiento de Glocal Media sobre lo que le preguntan en su mañanera y lo que contesta el gobernador Bonilla, el zalamero Rubén Ovando ha ocupado 70 respuestas de 97 preguntas hechas por la prensa en los últimos 67 días, esto mediante las transmisiones del gobernador de Baja California por Facebook.
Jaime Bonilla tiene a sus medios favoritos, pero esta actitud no es correcta. Rubén Ovando no es un medio de comunicación, no es periodista ni reportero.
En realidad es un ex panista renegado; fue asesor de Juan Manuel Gastélum “El Patas” hace apenas dos años, y antes fue parte del origen: el priismo.
Ovando es listo y hace sus comentarios con una retórica burlona y procaz, pero le hace falta cuerpo y fondo a lo que dice, porque su palabrería redunda siempre en adjetivos, motes, pensamientos y culpas que Jaime Bonilla ha dicho en sus mañaneras desde que asumió el poder.
Es prácticamente “el ciudadano” al que Jaime Bonilla aspira para gobernar, el sujeto que siempre le diga que sí y adopte por necesidad o estrategia el pensamiento que el gobernador difunde.
Una foca, pues.
Y en el camino de contestar el marasmo de su perro favorito, Bonilla utiliza al representante estatal de la Mesa de Seguridad para que lea las observaciones de Ovando.
Tal cual un patiño, Francisco Ramos hace lo que Jaime Bonilla le indique, se ríe de sus chistes, se pone rojo ante sus enojos y le lee con voz justa las observaciones de Rubén Ovando.
Está bien que chingue, pero que a su madre la respete…
Ovando no representa dudas en conjunto. Sólo atiende y sigue intereses del Bonierno.
Si bien Jaime Bonilla tiene el derecho de responder a la población en la mañanera mediante su discreción, no se vale que conteste al 80% de las preguntas-comentarios-de-odio de Rubén Ovando, y sólo 20% de veces a la prensa.
Rubén Ovando tiene una página de Facebook con 380 aplaudidores siguiéndolo, la cual no actualiza desde febrero pasado.
En Glocal Media desconocemos si es una página de Facebook administrada desde su perfil, o si le faltó lengua para lamer lo necesario y por eso abandonó el proyecto.
Lo cierto es que Ovando, el pequeño de pelo chino que hoy ataca a expanistas, lame todo lo que Jaime Bonilla estrella contra el piso. Incluso se arrodilla con lengua viperina si el gobernador se agacha.
Rubén Ovando pone las bolas al bat que a Jaime Bobilla -No Es Error, Es Bobilla-: que a Jaime Bobilla le gusta recibir.
Es de suponer que el gobernador -o su gente-, manda al whatsapp de Rubén Ovando desde una tarde antes, el tema del día siguiente.
Ovando contesta con sus preguntas-intervenciones directamente al Community Manager del gobernador, imagino, lo cual explicaría por qué sus largos comentarios nunca aparecen como interacción del público en las transmisiones.
En política, el perro de Jaime Bobilla -No Es Error, otra vez– Rubén Ovando, sólo juega al zalamero: Si capta el idioma facho, habrá entendido desde el inicio.
Según el periodico Frontera, Jaime podría ser un pítcher de Andrés Manuel.
Según su propio ver, Bobilla agradece ser parte de la Cuatroté y representarla a morir en Baja California.
Según Rubén Ovando, Jaime es un gobernador disruptivo.
Según el reportero que esto escribe, Jaime Bonilla Valdez es el peor gobernador que ha tenido Baja California, y Rubén Ovando sería como Lord Molécula de nuestro Estado.
¿Por qué? Ya lo verán.
¿Y qué dice Xico, Jaime?
