WASHINGTON D. C., 30 ene (Reuters) – El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, rompió abruptamente su relación laboral con los dos principales abogados que trabajaban en su defensa, dejando su estrategia legal en una situación caótica.
Butch Bowers y Deborah Barberi, dos abogados de Carolina del Sur, ya no forman parte del equipo de Trump, dijo una fuente a Reuters.
Otros tres abogados asociados al equipo, Josh Howard, de Carolina del Norte, y Johnny Gasser y Greg Harris, ambos de Carolina del Sur, también se desvincularon de Trump.
Añadieron que Trump tuvo diferencias con Bowers sobre la estrategia a seguir de cara al juicio. El ex presidente sigue sosteniendo que fue víctima de un fraude electoral masivo en las elecciones del 3 de noviembre que ganó el ahora presidente Joe Biden.
Esto deja la defensa de Trump en un estado de confusión mientras se prepara para un juicio que comenzará el 9 de febrero, cuyo objeto es considerar un artículo de destitución aprobado por la Cámara de Representantes que acusa a Trump de incitar el asalto al Capitolio de Estados Unidos.
No estaba claro quién representará ahora al expresidente en el proceso. No se espera que sus abogados de la Casa Blanca que lo defendieron en su primer juicio de destitución el año pasado, Pat Cipollone y Patrick Philbin, formen parte del proceso.
“Los esfuerzos de los demócratas para impugnar a un presidente que ya ha dejado el cargo son totalmente inconstitucionales y muy perjudiciales para nuestro país”, dijo el asesor de Trump, Jason Miller.
“De hecho, 45 senadores ya han votado que es inconstitucional. Hemos trabajado mucho, pero no hemos tomado una decisión final sobre nuestro equipo legal, lo cual se hará en breve”, dijo Miller.
Cuarenta y cinco senadores republicanos respaldaron el martes pasado un intento fallido por detener el juicio político a Trump, en una muestra de unidad del partido que algunos ven como una clara señal de que no será condenado por incitar a la insurrección en el Capitolio.