WASHINGTON, 5 nov (Reuters) – El aspirante demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, se acercaba el jueves al triunfo en la carrera presidencial estadounidense, mientras funcionarios electorales contaban los votos en un puñado de estados que determinarán el resultado final y el presidente republicano apostaba por una estrategia de demandas.

Foto combinada del candidato presidencial demócrata Joe Biden y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hablando sobre las elecciones presidenciales de Estados Unidos. 4 de noviembre 2020. REUTERS/Kevin Lamarque/Carlos Barría

El presidente Donald Trump, que atacó la integridad del sistema electoral estadounidense durante una larga y bronca campaña, alegó fraude sin aportar pruebas, presentó demandas y pidió recuentos en al menos un estado.

La última iniciativa de su campaña fue anunciar la presentación de medidas legales adicionales en Nevada, uno de los estados claves donde Biden marcha en cabeza por poco.

Algunos expertos legales calificaron las demandas como disparos al aire con escasas probabilidades de afectar al resultado final de los comicios.

Un manifestante lleva un banjo y un rifle AK-47 de fabricación serbia durante una protesta en Portland, Oregon, EEUU. 4 de noviembre de 2020. REUTERS/Goran Tomasevic

Mientras los recuentos continuaban dos días después de las elecciones, ralentizados por el gran número de votos por correo emitidos en medio de la pandemia del coronavirus, Biden iba en cabeza en Wisconsin, Nevada y Arizona, al tiempo que se acercaba a Trump en Georgia y Pensilvania.

Si Biden acaba venciendo, tendrían que tener éxito múltiples demandas de Trump y una solicitud de recuento que hallara en algunos casos decenas de miles de sufragios inválidos para revertir el resultado.

Parte de los votos restantes en Georgia y Pensilvania están concentrados en áreas que se espera tengan sesgo demócrata, como las zonas de Atlanta y Filadelfia.

En el condado de Fulton, Georgia, que incluye la mayor parte de Atlanta, funcionarios dijeron que esperaban concluir el conteo en la mañana del jueves, a falta de 10.000 sufragios de electores ausentes por contar. Temprano en el día, Trump lideraba por 19.000 votos de los casi 5 millones depositados en el conjunto del estado.

Un hombre hace un gesto hacia partidarios del presidente de Estados Unidos Donald Trump mientras los votos se siguen contando después de las elecciones presidenciales en Detroit, Michigan. 5 de noviembre de 2020. REUTERS/Shannon Stapleton MATERIAL SENSIBLE. ESTA IMAGEN PUEDE OFENDER O PERTURBAR –

El mandatario tiene que ganar en los estados en los que todavía va en cabeza, como Carolina del Norte, además de Arizona o Nevada, para obtener la victoria y evitar convertirse en el primer presidente estadounidense en ejercicio que pierde una reelección desde George H.W. Bush en 1992.

El presidente parece estar cada vez más irritado, ya que su liderazgo en algunos estados ha disminuido o se ha evaporado durante el cómputo. En la mañana del jueves, escribió en Twitter: “¡PAREN EL RECUENTO!”.

Aunque no tiene autoridad sobre el conteo de votos, Trump agregó más tarde: “¡CUALQUIER VOTO QUE HAYA LLEGADO TRAS EL DÍA DE LA ELECCIÓN NO SERÁ CONTADO!”.

Los contramanifestantes, organizados por Make the Road Action Nevada y PLAN Action, cantan durante una protesta de “Stop the Steal” de los partidarios del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el Centro Electoral del Condado de Clark en North Las Vegas, Nevada, Estados Unidos. 4 de noviembre de 2020. REUTERS/Steve Marcus

Algunos estados cuentan los sufragios si están sellados hasta el día de la elección, pero llegan más tarde.

Para llegar a la Casa Blanca, un candidato necesita lograr al menos 270 votos en el Colegio Electoral. Edison Research otorgaba a Biden 243 de los votos, por 213 de Trump. Algunos medios dijeron que el demócrata ganó en Wisconsin, lo que le daría 10 votos adicionales.

POLARIZACIÓN

La disputada elección subrayó la polarización política que vive Estados Unidos y las profundas divisiones a lo largo de las líneas raciales, socioeconómicas, religiosas y generacionales, así como entre las zonas urbanas y rurales.

El recuento y los desafíos judiciales avanzan un escenario de días -si no semanas- de incertidumbre antes del 8 de diciembre, plazo límite para resolver las disputas electorales. El presidente jurará el cargo el 20 de enero de 2021.

“Los litigios parecen más un intento de permitir que Trump siga intentando deslegitimar retóricamente una derrota electoral”, dijo Joshua Geltzer, director ejecutivo del Georgetown Law’s Institute for Constitutional Advocacy and Protection.

Algunos correligionarios republicanos han hecho ya público su malestar por los reclamos de fraude de Trump.

El exconsejero de la campaña del presidente de Estados Unidos Donald Trump, Corey Lewandowski, usa un megáfono para que los partidarios del presidente de Estados Unidos Donald Trump se reúnan mientras los votos siguen siendo contados después de la elección presidencial de Estados Unidos en Filadelfia. 5 de noviembre 2020. REUTERS/Eduardo Muñoz

“El problema al lanzar acusaciones sin fundamento es que se mina la fe en la democracia”, dijo a CNN Adam Kinzinger, un congresista republicano de Michigan que fue reelegido el martes.

La tensión subía y unos 200 partidarios de Trump, algunos armados con rifles y pistolas, se congregaron frente a una oficina electoral en Phoenix, Arizona, después de que corriese el rumor de que no se estaban contando los votos.

En Detroit, las autoridades impidieron que unas 30 personas, en su mayoría republicanos, entraran en un centro de recuento en medio de afirmaciones sin fundamento de que el conteo en Michigan estaba siendo fraudulento.

En otras ciudades, manifestantes anti-Trump exigían que continuase el escrutinio. La policía arrestó a 11 personas y confiscó armas en Portland, Oregón, donde hubo disturbios. También se practicaron detenciones en Nueva York, Denver y Mineápolis.

Una persona revisa las papeletas mientras se siguen contando los votos en el TCF Center el día después de las elecciones presidenciales de EEUU, en Detroit, Míchigan, EEUU. 4 de noviembre de 2020. REUTERS/Shannon Stapleton

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