El expresidente de Estados Unidos Donald Trump, en su último esfuerzo por recuperar la atención mediática, viajó el miércoles a la frontera con México, donde acusó al mandatario Joe Biden de descuidar la seguridad nacional al desmantelar los controles fronterizos.

Hablando frente a una sección inacabada del muro fronterizo, Trump dijo que la decisión de su sucesor demócrata de deshacer sus políticas de línea dura han llevado a un aumento de la inmigración ilegal y el contrabando de drogas.

“Biden está destruyendo nuestro país”, dijo Trump.

Trump sigue siendo una de las figuras más influyentes en la política republicana y ha coqueteado con postularse nuevamente a la presidencia en 2024.

Su aparición cerca de Weslaco, en el extremo sur de Texas, fue su segundo evento público en los últimos días y tuvo características de un mitin de campaña. En el lugar revivió viejas quejas de su etapa como presidente, incluida su derrota en 2020 ante Biden.

Al menos 31 congresistas republicanos asistieron al evento y fueron reconocidos desde el escenario por Trump. El gobernador de Texas, Gregg Abbott, un republicano que podría ser candidato presidencial en 2024, acompañó a Trump en la visita.

Trump ha buscado mantener un perfil alto luego de su derrota ante Biden en noviembre y tras ser expulsado permanentemente de Twitter y suspendido durante dos años por Facebook por hacer afirmaciones falsas de fraude electoral.

Una investigación criminal sobre su imperio empresarial podría complicar cualquier regreso a la política. The Wall Street Journal informó el miércoles que se espera que el fiscal de distrito de Manhattan acuse a su empresa y a su director financiero de delitos relacionados con impuestos el jueves. Trump no respondió a las preguntas de los periodistas sobre la investigación.

Los comentarios de Trump hechos el miércoles llegan cuando los arrestos en la frontera suroeste han aumentado a los niveles mensuales más altos en dos décadas desde que Biden asumió el cargo, según cifras preliminares informadas por Reuters.

Desde que asumió el cargo hace cinco meses, Biden ha revertido muchas de las políticas restrictivas de Trump y ha prometido un sistema más humano. Detuvo la construcción del emblemático muro de Trump y cerró un programa que obligó a decenas de miles de migrantes a esperar en México a la espera de la resolución de sus casos de asilo en Estados Unidos.

Los republicanos han culpado del aumento de los arrestos en la frontera a políticas de Biden más acogedoras con los inmigrantes.

También han señalado que la inmigración será un foco de la campaña del partido para recuperar el control del Congreso de manos de los demócratas en las elecciones de mitad de período del próximo año.

Encuestas de Reuters/Ipsos sugieren que sus ataques están teniendo poco efecto. Aproximadamente el 10% de 4.420 adultos clasificaron la inmigración como la principal prioridad de la nación en una encuesta del 11 al 17 de junio, 5 puntos menos que un sondeo similar hecho en abril.

Entre los republicanos, el 19% enumeró la inmigración como una de sus principales prioridades, 10 puntos menos que en abril.

Con información de Proceso.

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