Hasta la fecha no sabemos qué fue primero: si el amor o el matrimonio por conveniencia.

La tradición indica que Dios fabricó un Adán, y que de su costilla sacó a una Eva para complementarlo. Luego llegó la serpiente y después sucedió lo que es de todos conocido.

Sin la bendición oficial de Dios y habiendo nacido afuera del Paraíso, Abel, Caín y Set, los hijos bíblicos de Adán y Eva, fueron ilegítimos desde el aspecto del casamiento aunque deseados con amor.

Para que esto fuera remotamente documentado y tuviera interés de carácter público, en el lugar debió haber estado el primer periodista.

¿Fueron la serpiente, la manzana o el árbol, los que expusieron la vida privada de Adán y Eva?

Quién sabe.

La única certeza es que el periodista que describió aquel romance bíblico, hoy es ajeno a la historia oficial.

En este espacio informativo hemos relatado durante las últimas semanas, cómo desde el Gobierno se ejecuta una estrategia para dividir a la prensa de Tijuana.

Nos propusimos describir la fórmula que se practica contra los medios tras del asesinato de Margarito Martínez Esquivel y de Lourdes Maldonado López.

Lo primero fue confrontar ‘la práctica’, ya que muchos espacios de información no contaban con los datos y las noticias divulgadas de forma selectiva sobre los homicidios. Entonces publicamos: Algo de Todo: La FGE, ‘Filtradora’ General del Estado.

Esa columna salió el viernes 4 de marzo, pero el lunes siguiente volvieron a filtrar información sobre los homicidios de periodistas a medios privilegiados; supusimos que había ‘un objetivo profundo’ y dimos a conocer: Algo de Todo: Prensa Dividida.

Pensando en que hay ‘una práctica’ y ‘un objetivo profundo’, obviamente debe haber ‘un provecho práctico del objetivo’. Ya saben, en el Gobierno no dan paso sin huarache. Y fue así como el viernes pasado editamos: Algo de Todo: Espías y Periodistas.

Todas esas ideas de separación y de crisis en un gremio que debería mantenerse unido tras el asesinato de dos compañeros en enero pasado, implosionaron el fin de semana anterior y actualmente hay una crisis entre los periodistas de esta frontera.

En efecto, la Guardia Nacional espía a compañeros de los medios, tomando fotografías a sus vehículos y credenciales durante las coberturas, tal como fue denunciado por el colectivo #YoSíSoyPeriodista en una publicación de redes sociales del sábado por la tarde.

Es verdad que pararon las filtraciones sobre los casos, pero esto es debido a que también se detuvieron los avances. Desde hace casi tres semanas no hay datos o información sobre las investigaciones y ahora somos muy pocos espacios los que no quitamos el dedo del renglón.

Lo más grave de esto es que con la estrategia sencilla de filtrar, de anunciar y desdecir, y de no mostrar respeto por el ejercicio periodístico, se logró insertar desconfianza en un espacio que no la tenía.

¿Fue la serpiente, acaso, la que expuso la vida privada de Adán y Eva?

Quién sabe.

Lo cierto es que entre el temor y la manipulación de algunos, brotó el veneno de la conjura contra los medios tijuanenses.

Esta separación tiene su génesis entre mucha gente que trata de hacerse con el poder del gremio, influir en dos o tres muy bien posicionados que puedan ejercer presión sobre el resto para conquistar redacciones.

Los más manipulados hasta subieron una foto, puño cerrado y toda la cosa, a un grupo en donde estamos muchos reporteros, anunciando un nuevo bloque de comunicadores afines a intenciones morenistas.

Otros muchos decidieron dejar de pertenecer a colectivos por temor a manchar sus nombres. La bomba llegó junto con el poder del dinerote hasta la médula del pulpo periodístico, cuando se supusieron intereses mezquinos entre las causas que se defienden.

¿Fue la manzana entonces la que descubrió la vida privada de Adán y Eva?

Quién sabe.

La realidad es que la tentación de algunos por seguir detentando el poder de la verdad aún cuando ya no gozan del poder público, es lamentable.

Hasta la fecha no sabemos qué fue primero: si el amor o el matrimonio por conveniencia.

La gresca periodística extiende sus pocas virtudes entre el murmullo de los compañeros.

Hombres y mujeres que se topan a diario en su trabajo, hoy se sienten alejados y desconocidos por su propio entorno.

Se ven desde hace años, han trabajado incluso juntos en proyectos pasados, y hoy se voltean la cara cuando andan tomando fotos o reporteando alguna nota.

Se desenvuelven con normalidad y se entrecierran los ojos a manera de saludo, aunque saben que el origen de no hablarse es ajeno a su profesión.

¿Por qué?

¿Fue el árbol, tal vez, el que reveló la vida privada de Adán y Eva?

Quién sabe.

La razón indica que el origen de esta separación no tiene tintes periodísticos, sino políticos.

Gente con dinero, poder y respaldo que se hacen de voluntades ajenas para influir socialmente.

La separación establece la duda de si el amor o la conveniencia ocurrieron antes que la unión colectiva de periodistas.

Habrá qué ver lo que sucede después, y ahí les voy contando

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