De manera “reiterada”, agentes de la Patrulla Fronteriza (CBP) y de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) de Estados Unidos han perpetrado abusos físicos y sexuales así como violaciones al debido proceso y negligencia médica contra migrantes y solicitantes de refugio, denunció hoy la organización Human Rights Watch (HRW).

En un informe divulgado este jueves, basado en memorandos internos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) que obtuvo mediante solicitudes de información (FOIA), HRW documentó por lo menos 160 casos terribles de violencias y actos que podrían asemejarse a la tortura en centros de detención migratoria conocidos como “hieleras”.

El apodo de estos centros de detención viene del acrónimo en inglés del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, ICE –que significa hielo–, y del hecho de que las agencias migratorias suelen refrigerar el aire en estos recintos hasta imponer niveles de frío inaguantables para las personas recluidas ahí.

El informe exhibe entre otros cómo un agente obligó una joven a desvestirse y la tocó; señala que otro pidió favores sexuales a cambio de la libertad; revela cómo otro agente golpeó a un solicitante de asilo con tanta fuerza que lo dejó inconsciente, o cómo un hombre debió pasar una cirugía para removerse un testículo, después que un perro guardián le mordiera.

Y estos son solo unos de casos de golpes en el pelvis, amenazas con pistolas –“¡Cállate o te disparo!”–, insultos –“¡Malditos salvadoreños, maldita gente!” o “hijos de puta, perros, parásitos, basura; cosas así”–, intimidaciones y condiciones de detención inhumanas detallados en el informe de HRW.

La información recopilada por HRW también evidencia que, en audiencias para solicitar asilo, agentes del gobierno de Estados Unidos llenaron mal los formularios a propósito, indicando por ejemplo que la vida de la persona no corría peligro cuando ella afirmó que sí.

“Los documentos obtenidos vía FOIA hacen el retrato del DHS como una agencia que aparentemente normalizó los abusos chocantes en la frontera de Estados Unidos”, se indignó HRW, al recordar que ONG´s estadunidenses han documentado 55 muertes vinculadas con agentes migratorios desde 2010, los cuales han permanecido impunes.

Para documentar estos casos, la organización tuvo que vencer las fuertes resistencias de la CBP y del DHS, instituciones donde prevalece la opacidad y la ausencia de rendición de cuentas, incluso en casos de presuntos delitos; ante ello, urgió la administración de Joe Biden a investigar las violaciones de derechos en su frontera.

Con información de Proceso.

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