La figura de un muñeco de tela, trapo, plástico y pintura debería ser todo menos espeluznante. Por el contrario, se supone que fue creado para ser el compañero de juego de una niña o niño.
Ese detalle siniestro, ese contraste de algo tierno convertido en algo terrorífico fue lo que imaginó y plasmó Don Mancini al crear uno de los personajes más temidos por chicos y grandes. Hablamos de Chucky.
El muñeco diabólico se estrenó en las salas de cine de Estados Unidos el nueve de noviembre de 1988, hace 33 años. A partir de ese día se conocería la historia del asesino serial, Charles Lee Ray, apodado el estrangulador de Lake Shore.
Este último luego de ser baleado en un tiroteo con un detective, entra a una juguetería, donde gracias a un ritual vudú logra pasar su alma a Chucky, el cual yace en uno de los estantes junto a otras copias como él.
Charles muere tras la caída de un rayo, pero su alma de matón despiadado queda en el muñeco, quien era conocido como “Good Guy” (Buen chico).
Pero muy probablemente usted ya conozca de principio a fin de lo que habló. Incluso, puede que sea fan de las diferentes películas que hay del temido muñeco asesino.
En ese sentido, el orden es el siguiente: Chucky: el muñeco diabólico (1988); Chucky: el muñeco diabólico 2 (1990); Chucky: el muñeco diabólico 3 (1991);
La novia de Chucky (1998); El hijo de Chucky (2004), La maldición de Chucky (2013); El culto de Chucky (2017), y una especie de reeinicio con Chucky: el muñeco
diabólico (2019).
Así como hoy nos es tan común hablar de este film, cabe señalar algunas curiosidades. Como todo proyecto tuvo diferentes nombres antes de salir al público.
Baterías no incluidas o en inglés Batteries not included, era el título con el cual querían sacar al film. Sin embargo, se optó por modificarlo tras conocerse que Steven Spielberg estaba filmando una película con el mismo nombre.
Tras ello se modificó a Blood Buddy, hasta finalmente quedar como se conoce en su idioma original: Child´s Play.
Otro dato a resaltar es que en un principio se pensó la película como un film de comedia, donde se hiciera una burla de cómo las grandes empresas jugueteras manipulan a niños y padres para que adquieran sus productos.
En total fueron nueve muñecos de Chucky los que la producción fabricó para el rodaje de la película.
Por un momento el equipo dirigido por Tom Holland contempló que los muñecos tuviesen sangre artificial, esto para que sangraran al ser heridos, no obstante, se descartó.
Incluso algunas imágenes de las películas se han convertido en memes en Internet, como una escena donde la novia de Chuky aparece quemada.
Este año se estrenó una serie en honor al muñeco pelirrojo, que ignora el reboot del 2019 y se presenta como continuación de las anteriores.
Sin duda Chucky sigue siendo una película de terror que continúa vigente en el público gracias a que apela a una idea muy básica, pero tenebrosa: un muñeco diabólico que quiere matar a todos al estar poseído por el alma de un asesino.